Economía

Economistas descartan tipo de cambio dual para este año

Asdrúbal Oliveros afirma que inflación subyacente al cierre de junio se ubicó en 200% y el déficit fiscal ronda los 40.000 millones de dólares. Los economistas José Guerra y Asdrúbal Oliveros descartan la posibilidad de aplicar un cambio dual este año, al tiempo de coincidir en que las posibilidades de un macro ajuste en el tipo de cambio luce cada vez más cercano tomando en cuenta las serias distorsiones que ha venido mostrando el mercado de divisas en las últimas semanas.

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“No creo que haya cambio dual, al menos no antes de las elecciones”, precisó Oliveros tras su intervención en el foro Análisis de la Coyuntura Económica en Venezuela convocado por la ONG Espacio Público, evento en el cual también participó el politólogo y experto en encuestas John Magdaleno.

Echando mano de las actualizaciones de las cifras, Oliveros informó que según los cálculos de su firma Ecoanalítica, al cierre de junio la inflación implícita (que toma en cuenta los efectos del dólar paralelo, los precios fuera de la redes públicas y de la reventa) se ubica en 200%, 20 puntos porcentuales por encima de lo estimado en mayo pasado, cuando el alza anualizada de precios se ubicaba en 180%.

La cifra difiere de manera significativa con los datos del Banco Central de Venezuela, cuyos indicadores colaterales (no se ha reportado inflación en lo que va de 2015) apuntan a que el indicador se ubicaría en alrededor de 128%.

Oliveros también dijo que al cierre de junio, el déficit del gobierno central se ubica en 20 puntos del PIB, es decir, unos 40.000 millones de dólares. Con base en este dato, Ecoanalítica estima que el déficit para el 2016 se ubicaría en más de 12 puntos del PIB.

Del mismo modo, destacó que en el primer semestre de 2015 la asignación de divisas para el sector privado se ubicó en 44,6 millones de dólares diarios, frente a los $ 139,2 millones/día adjudicados el año pasado a través de los diferentes mecanismos de entrega.

Por su parte, el ex gerente de estadísticas del BCV José Guerra, afirmó que aunque no se trata del modelo clásico, el país ha entrado en una senda hiperinflacionaria que tendrá consecuencias mayores en el corto y mediano plazo si no se toman medidas urgentes.

Entre esas consecuencias estaría la posible aplicación de una maxi devaluación, pues a su entender el tiempo para una devaluación gradual está agotado. “El tiempo de la gradualidad era el año pasado, pero era una decisión política que el gobierno no quiso tomar”, subrayó.

Consultado sobre las posibilidades de una dolarización de la economía, Guerra fue enfático: “es una medida altamente riesgosa en una economía petrolera que depende de los vaivenes del mercado mundial y que además no tiene disciplina fiscal y monetaria alguna”.

– La economía como detonante –

Durante su intervención en el conversatorio, el politólogo John Magdaleno señaló que la crisis económica que vive el país es más peligrosa para el gobierno de lo que se cree, pues conlleva a una crisis de ingobernabilidad por fallas de legitimidad.

Explicó que de acuerdo a recientes mediciones, para 83% de los venezolanos el desabastecimiento es la principal preocupación, una cifra muy elevada que deja entredicho la eficacia del gobierno para solucionar la actual crisis y que puede ser generador de un malestar mayor al observado en la actualidad.

Al respecto, Magdaleno rechaza la tesis de la pasividad de la población, y recordó que según el Observatorio Venezolano de Conflictividad las protestas por escasez de alimentos y medicinas vienen incrementándose desde octubre de 2014, lo que ha devenido en que durante el primer semestre de 2015 se hayan dado 482 protestas por este motivo, entre las que se cuentan 56 saqueos y 76 intentos de saqueos.

“Estos demuestra que hay un creciente desafío a la autoridad, pese a las características autoritarias del gobierno y la represión selectiva que está aplicando sobre dirigentes de la oposición e incluso contra empresarios”, destacó Magdaleno.

También señaló que según las últimas mediciones se ha incrementado la brecha entre quienes se definen como opositores y los que lo hacen como chavistas, al punto de alcanzar en la actualidad 20 puntos porcentuales de diferencia que favorecen a la oposición.

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