Entre abril y junio, la expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos se fijó en 2,6% en proyección anual y en datos corregidos de las variaciones estacionales, contra un alza de 1,2% en el primer trimestre, una cifra revisada a la baja.
Los resultados se ubicaron por debajo de las expectativas de los analistas que apuntaban a un crecimiento de 2,8% para el segundo trimestre del gobierno de Donald Trump.
Los gastos por el consumo jugaron su rol tradicional como locomotora de la expansión, acelerándose a 2,8% frente al 1,98% del trimestre anterior, pero ese ritmo resultó tímido frente al del último trimestre de 2016.
Las previsiones de crecimiento para 2017 para la primera economía mundial se sitúan alrededor de 2,1%, al mismo nivel que 2016. Pero el gobierno de Trump promete acelerar la expansión a más de 3% de aquí a finales de 2018, mediante la reducción de impuestos, gastos en infraestructura y un paquete de desregulación.]]>