Economía

El desempleo golpea a América Latina, con Brasil a la cabeza

Al menos 1,7 millones de personas quedaron desempleadas en 2015 en América Latina y el Caribe, región que anotó un índice de desocupación promedio de 6,7%, el mayor en cinco años y con Brasil como principal responsable.

Publicidad

En un contexto de desaceleración económica global, «se espera que en 2015 el dato final de desocupación sea de 6,7%. Debido a la baja tasa de crecimiento del PIB esperada, las tasas de ocupación podrían continuar débiles en 2016», explicó la Organización Internacional del Trabajo. «Eso permite proyectar que, en 2016, se volvería a incrementar hasta el 6,9%».

El aumento del desempleo en la región se explica por un cambio de tendencia en los indicadores de empleo, con un deterioro en la situación laboral de las mujeres y los jóvenes e indicios de que podría estar subiendo la informalidad, a través de generación de empleos de menor calidad.

Más de la mitad de los nuevos desocupados son mujeres.

Según José Manuel Salazar, director regional de la OIT, «los efectos acumulados de la desaceleración económica que se inició hace tres o cuatro años y que se profundizó en 2015 pueden describirse como una crisis en cámara lenta».

De acuerdo con el FMI, América Latina, principal productor de materias primas, hoy con bajos precios, se contraerá 0,3% en 2015 y apenas se expandirá en 2016. Ello impacta directamente en la producción y, por consiguiente, en la generación de empleo.

Como respuesta a la situación de crisis la región ha reaccionado generando más empleos por cuenta propia, que se incrementaron 0,17%, en momentos en que el empleo asalariado cae 0,35%.

En ese contexto, 18 millones de personas se dedican al trabajo doméstico en América Latina, lo que representa 7% en toda la región. La tasa de informalidad en este rubro fue de 77,5% en 2013.

– ¿Aló, Brasil? –

El informe detalla que la desocupación ha aumentado en seis de los 17 países para los que se cuenta con información. El incremento total se explica porque uno de estos países es Brasil, donde el desempleo se incrementó en 1,5 puntos porcentuales.

Además de la desaceleración económica mundial, «la situación (de crisis) política agrega dificultades en Brasil», que representa en el mercado laboral 40% del total de la región, agregó Salazar.

Unos 40 millones de personas salieron de la pobreza en Brasil desde 2003, en gran parte gracias a políticas de distribución de renta aplicadas en los dos gobiernos de Luiz Inacio Lula da Silva (2003-10) y Dilma Rousseff, que lo sucedió.

En paralelo, el alto precio de las materias primas gracias a la demanda china apuntalaba el crecimiento de Brasil, un actor de primera línea mundial en la exportación de commodities como el mineral de hierro, la carne o el café.

Pero la buena racha se acabó y, además de la crisis en los precios de las materias primas, el país se ve sumido en una crisis política y de corrupción que ha puesto contra las cuerdas a Rousseff. Su economía, en recesión, se contraerá 3% en 2015.

El desempleo subió durante ocho meses seguidos y se estabilizó en su mayor tasa desde 2009, a 7,6%.

La OIT también mostró su preocupación porque en los últimos dos años el salario mínimo en Perú (unos 230 dólares) no se ha reajustado al alza, lo que le ha hecho perder capacidad adquisitiva, ya que la inflación ha ido en incremento.

Para el especialista en economía laboral de la oficina regional de la OIT, Juan Chacaltana, se hace necesaria una «mayor institucionalización» del salario mínimo, que implique una revisión periódica y programada al alza, como ocurre en otros países de la región.

Publicidad
Publicidad