Energía y Petróleo

Petróleo se acerca más a $20 por barril, ahora hundido por Irán

El fin de las sanciones internacionales a Irán sacudió este lunes los precios del petróleo, ante el temor a que el medio millón de barriles diarios adicionales que Teherán quiere exportar de forma inminente empeore el escenario de exceso de oferta que asfixia a los mercados desde hace año y medio.

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El Brent europeo profundizó su caída y alcanzó los 28,55 dólares, un nivel no visto desde principios de 2004, mientras que el estadounidense Texas (WTI) bajó hasta los 28,94 dólares y el barril de la OPEP cotizaba en 24,74 dólares, por debajo de los 25 dólares por primera vez desde 2003, según informó hoy la organización.

El domingo, un día después de levantarse el veto internacional, el Gobierno iraní puso en marcha los mecanismos para aumentar sus exportaciones, limitadas a un millón de barriles diarios desde mediados de 2012, cuando se endurecieron las sanciones por su programa nuclear.

«Irán alcanzará el millón de barriles diarios adicionales en cuestión de meses, por lo que seguramente volverá a ser una pieza clave en el mercado del petróleo. Las reservas del país son ingentes y su regreso va a tener un enorme impacto en el mercado», señaló a Efe el analista de la firma Platts Paul Hickin.
Los primeros barriles se dirigirán principalmente a los grandes importadores asiáticos, un mercado ya saturado en el que productores como Irak, Omán y Arabia Saudí han aprovechado para hacerse con la cuota que mantenía Teherán en los años en los que ha estado fuera de juego.

Uno de los mayores compradores de crudo iraníes continuará siendo previsiblemente China, uno de los seis países que han continuado adquiriendo petróleo a Teherán a pesar de las sanciones -junto con India, Japón, Corea del Sur, Turquía y Taiwán-.

La república islámica tratará de recuperar terreno asimismo en el mercado europeo, que antes del veto le compraba cerca de 600.000 barriles diarios a Irán, principalmente desde España, Italia y Grecia.

El fin de las sanciones significa que Teherán podrá disponer de miles de millones de dólares congelados hasta ahora en bancos internacionales, un capital que servirá para mejorar la industria local.

Al mismo tiempo, Irán espera el regreso a sus campos petroleros de las compañías internacionales, que ven en el fin del veto una nueva oportunidad de negocio.

«Irán tiene capacidad para comenzar a bombear muy rápidamente. El problema está en el largo plazo. Van a necesitar que entren compañías extranjeras con nuevas inversiones y tecnología», señaló a Efe el analista de Energy Aspects Dominic Haywood.
Los expertos coinciden en que el fin de las sanciones, que los mercados preveían desde hace meses, complica la posibilidad de que los precios puedan recuperarse a corto o medio plazo.

El crudo ha perdido cerca del 75 % de su valor desde junio de 2014 y más de 20 % desde el inicio de este año, una tendencia que puede mantenerse hasta que se recorte la actual diferencia entre la oferta y la demanda globales.

En el mundo se producen a diario un excedente de cerca de un millón de barriles, un escenario que tiene visos de empeorar debido al petróleo añadido que bombeará Irán y a la desaceleración de la economía china, segundo consumidor global de crudo.

Según los analistas, los precios repuntarían si la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC) diera su brazo a torcer y rebajara su techo de producción, algo a lo que se han negado hasta ahora Arabia Saudí y sus principales socios.

Los productores del Golfo apuestan por mantener los precios bajos para dañar a la naciente industria del esquisto en Estados Unidos y a otros productores a los que ha dejado de serles rentable bombear petróleo.

Esa estrategia parece estar comenzando a dar sus frutos, a la luz de la reducción en la producción de los competidores de la OPEP prevista para 2016, especialmente en Estados Unidos, el primer descenso en siete años. 

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