El plan «Visión Saudita con perspectiva hacia 2030» anunciado el lunes por el poderoso príncipe Mohamed bin Salman tiene como objetivo que el país deje de ser dependiente del petróleo.
En el eje del plan está la venta de 5% de la petrolera saudita Aramco, en la mayor salida en bolsa del mundo para recaudar activos destinados a crear un macrofondo soberano.
El fondo soberano, que también será el mayor del mundo, ascenderá a los 2 billones de dólares y buscará obtener beneficios que puedan compensar a los menguantes ingresos por la exportación de crudo, que han sufrido una fuerte caída desde 2015.
El plan estructural también incluye otras medidas como impulsar la industria de defensa y plantear cambios como que las mujeres se incorporen a la fuerza laboral, aunque estos cambios deberán ser aceptados por la sociedad del reino, un país muy conservador y apegado a una visión estricta del islam.
Pero dada la amplitud de estas reformas, los analistas dicen que la salida adelante del plan enfrenta muchos obstáculos.
«Dado que las autoridades van a enfrentarse a importantes intereses creados dentro de la propia familia real saudita, la élite empresarial y religiosa, creemos que van a ser más los temas políticos que factores como los precios del petróleo los que determinen si el plan sale adelante», dijo la consultora Capital Economics, con sede en Londres.
– ¿Cuenta el príncipe con su familia? –
Para Patrick Dennis, experto en Medio Oriente de Oxford Economics, un factor importante es el apoyo que logre congregar el joven príncipe de 30 años, arquitecto del nuevo plan.
«No sabemos si puede arrastrar al resto de la familia con él», dijo Dennis.
«El desafío es inmenso en términos de que su implementación requiere austeridad fiscal y también diversificación para orientarse hacia la manufactura y el turismo», apuntó.
El economista saudita Abdulwahab Abu Dahesh estimó que el plan es muy ambicioso y que también apunta a transformar un sistema para que las regalías del petróleo en vez de financiar subvenciones (conocido como «estado del bienestar petrolero») financien un plan de inversión.
«Creo que se necesitará mucha legislación para poder implementar el plan, especialmente para simplificar la burocracia», dijo a la AFP.
Para el experto, los objetivos son alcanzables pero se necesita paciencia y mucho trabajo.
Algunos analistas son escépticos con respecto a cómo podrá el reino convertir su actual plan de inversiones en un fondo rentable.
Capital Economics no cree que el objetivo marcado por el príncipe de que el país pueda superar la dependencia del petróleo para 2020.
– ‘Ambición y espíritu juvenil’-
Otros expertos han planteado sus dudas sobre si es el momento de lanzar un plan de este tipo.
Pero también hay expertos con visiones más positivas sobre la iniciativa.
«¿Por qué no podríamos lograr esto que otros países en la región como Emiratos Arabes Unidos o Catar han hecho», destacó Mohamed Al Shumaimri, que encabeza una consultora en la ciudad de Yedá.
Hace tiempo que el reino busca diversificar su economía, la mayor de todo el mundo árabe pero que sigue estando relativamente cerrada a la inversión privada.
Sólo el año pasado se permitió que extranjeros invirtieran directamente en el índice de la bolsa local.
En las redes sociales, Sultan Tamimi, un saudí de 27 años, celebró el anuncio, afirmando «la nación renació» con el plan, que muestra «ambición y espíritu juvenil».