Economía

Faría: No existen condiciones para unificar el tipo de cambio

El ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Jesús Faría, dijo que los precios de los revendedores o "bachaqueros" ya no se "orientan" por el dólar paralelo. "Es DolarToday multiplicado por 3, 4 o 5", expresó.

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Para Faría, es difícil planificar una economía con tantas tasas de cambio. El economista de orientación marxista considera que, pese a esto, el gobierno se ha abocado a iniciar la convergencia cambiaria.

«Lo primero fue simplificar y ahora estamos haciendo un esfuerzo mayor para que exista una sola tasa de cambio. Esa sola tasa no la podemos aplicar ahora, no existen condiciones, existen muchas presiones alcistas, no hay suficientes divisas disponibles y hay grandes necesidades que tenemos que cubrir en función del bienestar de la población», explicó durante una entrevista con Ernesto Villegas transmitida por Telesur.

Afirmó que las políticas cambiarias que se han podido aplicar hasta ahora han tenido resultados positivos. «La diferencia entre las tasas de cambio y DolarToday eran abismales, ahora esa brecha se ha ido recortando», dijo. La expectativa, según detalló, es que se produzca una unión entre ambos valores y que la tasa «pueda flotar libremente», lo cual generará confianza en la economía por parte de los privados nacionales y extranjeros para traer sus capitales.

«El problema es que la economía es altamente rentista, los precios están atados al dólar paralelo. Ese flagelo que es el bachaquerismo ya ni siquiera se orienta a DolarToday, sino multiplicado por 3, 4 o 5», expresó.

Considera que una vez que se estabilice el sistema cambiario, los precios en los «mercados especulativos» van a caer. Para el economista, lo normal es que primero la tasa de cambio suba y luego comience a disminuir. «Eso es absolutamente natural, cuando sube a tal punto, viene el estímulo para traer capital de afuera», dijo. Indicó que el éxito del Dicom (dólar flotante) reside en el estancamiento de la divisa en el mercado negro.

En este sentido, piensa que la política cambiaria actual es un incentivo para las empresas nacionales, pues les permite «competir con las importaciones» y promueve las exportaciones.

«Estamos seguros de que el segundo semestre será un periodo de recuperación paulatina que nos permita entrar en el año 2017 con capacidades de crecimiento«, expresó. Añadió que los próximos seis meses serán clave y que la solución no es como agitar una varita mágica, «pues no somos demagogos», y que los efectos tardarán un tiempo determinado en sentirse en la economía. «Creo que en este momento hemos superado el punto más complejo».

Faría basa esta afirmación en dos factores principales: el primero es que, a su juicio, se ha mejorado el acceso a la energía. «Ya las empresas comienzan a funcionar sin restricción eléctrica», dijo. El segundo, consiste en que se está produciendo un arribo «muy importante» de importaciones de insumos que permitirán alimentar el aparato productivo.

«Eso no hubo (importaciones) en dos meses y medio, casi tres meses, era una situación de muchísima restricción. Yo he estado en el puerto, los he visto como empiezan a desembarcar», expresó.

Considera que las políticas anunciadas por el gobierno de Nicolás Maduro, entre ellas la Gran Misión de Abastecimiento Soberano, han sido las correctas. Celebró los recientes ajustes de precios en algunos productos regulados.

«Estamos superando precios que ni siquiera cubren los costos; por supuesto, en esas condiciones nadie podría producir, eso es una ruina para las empresas. Esos precios se han ido ajustando a las realidades, cubriendo costos y garantizando tasas de ganancia razonables. De tal manera que la política de precios sirva para estimular la producción y luchar contra la especulación», sostuvo.

Consultado sobre el tema de las colas, reiteró que este es un problema que irá mejorando con la aplicación de las nuevas medidas para mejorar el suministro de alimentos. Calificó de mérito el hecho de que el gobierno ha mantenido condiciones básicas de calidad de vida pese a la caída de los 75% de los ingresos en divisas. «Eso es fatal, cualquier gobierno habría sido derrocado», opinó.

En cuanto a la expropiación de la planta de Kimberly Clark y la orden de ponerla en manos de los trabajadores, señaló que la opinión pública extranjera ha puesto presión sobre la necesidad de que esta decisión sea positiva y que la empresa pueda seguir produciendo. Indicó que las acciones de esta empresa y Citibank buscan que se dispare el riesgo país y dar la imagen de que el gobierno que atenta contra la propiedad privada. «La presión nos obliga a ser exitosos», manifestó.

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