Empresas y Negocios

Franquicias de comida y cuidado personal desafían la crisis

Las políticas del gobierno enfocadas a centralizar la actividad productiva han afectado por igual al sector franquicias. Si embargo, en las áreas de gastronomía, belleza y esparcimiento se han abierto oportunidades en los últimos meses.

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Todos los sectores han sido alcanzados por la crisis económica en mayor o menor grado. Pero los que presentan menos obstáculos son los relacionados con comida, cuidado personal y entretenimiento.

Alfonso Riera, director de Front Consulting Group, indica que si bien algunos puntos en otras áreas han cerrado producto de las barreras impuestas al acceso a las divisas, otros están abriéndose paso en medio de la crisis.

«Los negocios que dependen de importaciones están comprometidos. El Estado mantiene el monopolio de las divisas y no las vende. Sectores como moda y confección no tienen cómo importar», dice.

«Son pocas las cadenas completas que se han ido, otras están cerrando puntos para sobrellevar la situación. No ha ocurrido masivamente una devolución de franquicias», dijo.

Franquicias de autopartes, telecomunicaciones e inmobiliarias están sufriendo los rigores de la falta de dólares y las distorsiones en los precios, ejemplifica Riera.

Ya el año pasado las franquicias colombianas GEF y Vélez abandonaron Venezuela por falta de dólares para pagar a sus proveedores.

«Este año no ha entrado ni una franquicia extranjera. Las últimas lo hicieron hace año medio. Antes incursionaban 10 extranjeras al año», aseguró el también ex presidente de la Cámara Venezolana de Franquicias.

La pérdida del poder adquisitivo, la escasez y la inflación anualizada sobre 100% son factores que están incidiendo en el comportamiento de las franquicias, independientemente del sector en el que se ubique.

«Las ventas han caído en promedio 30% en términos reales en el primer semestre», dijo Riera, quien destacó que las franquicias en áreas educativa, de esparcimiento, guarderías, gimnasios han despertado interés y crecido en lo que va de año, sumándose a las gastronómicas que en tiempos de escasez son versátiles ya que pueden cambiar un plato por otro o reemplazar ingredientes.

Se invierte en franquicias porque es un modelo de negocio que diversifica el riesgo, apunta el ejecutivo para explicar la razón por la cual aun se apuesta a una Venezuela inmersa en una profunda crisis.

«Esa es la única diferencia con un negocio tradicional. El problema no lo enfrenta un solo propietario, el elemento grupal funciona a la hora de la solución que suele llegar más rápido», señaló.

En lo que va de 2015 han abierto entre 15 y 20 empresas franquiciantes, todas venezolanas, afirma Riera.

Uno de los mejores activos en este momento es un pasivo financiero, señala el ejecutivo al recomendar el endeudamiento barato en bolívares con niveles de inflación elevados.

Esta facilidad puede ser un factor para emprender con una franquicia, caso en el cual Riera recomienda asesorarse para iniciar el proyecto en esquemas viables.

Al cierre de 2014 habían 12.500 unidades franquiciadas a nivel nacional de unas 530 empresas franquiciantes, con un factor de 60% nacionales y 40% extranjeras, relación que se mantiene, asegura el director de Front Consulting Group.

En los últimos años el crecimiento anual del sector estuvo entre 7% y 9%, señala Riera, quien estima que las proyecciones apuntan a que este año no habrá crecimiento. El ejecutivo recuerda que el crecimiento no se mide por facturación sino por las nuevas franquicias (franquiciantes) que se suman y las nuevas unidades franquiciadas abiertas en el mismo período.

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