El presidente David Granger dijo que la renovación de la planta hidroeléctrica Moco-Moco forma parte del plan gubernamental de potenciación de la energía renovable y que, para lograrlo, ha solicitado la ayuda financiera del Gobierno de Brasil.
El plan gubernamental prevé además la creación de otros proyectos hidroeléctricos en el país y, actualmente, el Banco Interamericano de Desarrollo evalúa ubicaciones propuestas para albergar nuevas plantas hidroeléctricas.
Además, el Gobierno de Guyana prevé hacer uso de 80 millones de dólares de un fondo del gobierno de Noruega que prevén destinarse para «el desarrollo de energía renovable».
«Veremos cómo usar los 80 millones de dólares en los más aceptables proyectos de energía renovable», dijo el ministro de Infraestructura Pública, David Patterson, en un comunicado.
En 1995, Guyana, junto al gobierno de China, desarrollaron el proyecto hidroeléctrico Moco-Moco.
Ocho años después un deslizamiento de tierra provocó el cese de operaciones de la planta.
La zona de Esequibo, de 160.000 kilómetros cuadrados y rica en recursos naturales, representa dos terceras partes del territorio de la ex colonia británica compuesta por unos 700.000 habitantes y ha sido motivo reciente de disputa entre el país y Venezuela, que la reclama como parte de su territorio.