Energía y Petróleo

Irán exhibe en Davos oportunidades de negocio tras fin de las sanciones

Irán ha llegado al Foro Económico Mundial de Davos con satisfacción tras levantarse las sanciones que lastraban su economía, y ha decidido a aprovechar su presencia en este evento global para exhibir las múltiples oportunidades de negocios que en adelante puede ofrecer.

Publicidad

«Irán tiene la capacidad de convertirse en la economía emergente más prometedora de las próximas décadas», dijo Mohammad Agha Nahavandian, jefe de gabinete de la presidencia de Irán, en una rueda de prensa.

La concentración en el Foro de Davos de ejecutivos e inversores constituye una oportunidad ideal para que Irán empiece su estrategia de acercamiento con la comunidad internacional de negocios, con la que no tenía contacto debido a las sanciones vinculadas a su programa nuclear.

Irán, Estados Unidos y la Unión Europea anunciaron el sábado que Teherán había cumplido en el plazo de seis meses previsto todos los puntos del acuerdo nuclear que se alcanzó el pasado julio en Viena con el Grupo 5+1 y que ha supuesto el desmantelamiento de su programa atómico con fines militares.

«Las inversiones son bienvenidas en Irán… estamos listos para recibir propuestas constructivas», declaró Nahavandian, quien mencionó la ubicación ideal de Irán para servir de corredor para el tránsito vial, ferroviario y marítimo de mercancías, así como sus importantes reservas de gas y petróleo.

Irán tiene la reserva de gas más importante del mundo y las cuarta de petróleo.

Sobre cómo afecta la baja cotización del crudo sus perspectivas económicas ahora que puede exportarlo plenamente, Nahavandian señaló que la economía iraní «no es dependiente del petróleo, sino de otras líneas de productos y servicios».

«Irán ciertamente volverá a ocupar su lugar en el mercado del petróleo», adelantó el alto funcionario.

El Gobierno iraní considera que tras eliminarse las sanciones económicas que aplicaban Estados Unidos y la Unión Europea, su potencial de crecimiento económico es del 8%.

«Es un objetivo asumible», aseguró Nahavandian, quien estaba acompañado en la rueda de prensa por el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif.

Zarif se refirió a la confrontación que ha surgido con Arabia Saudí, que a comienzos de mes rompió relaciones diplomáticas con Irán tras la ejecución en Riad de un clérigo chií, actitud que luego siguieron Catar, Emiratos Árabes Unidos y Bahrein.

«Nuestros vecinos saudíes necesitan darse cuenta de que la confrontación no va en el interés de nadie», declaró Zarif, quien subrayó que Irán «no es una amenaza para nadie».

«Sus intereses estarían mejor servidos si luchásemos juntos contra amenazas comunes, como el extremismo y específicamente contra Daesh (Estado Islámico) y el Frente Al-Nusra», comentó

El ministro aseguró que su gobierno está dispuesto a acordar medidas de confianza mutua con sus vecinos para normalizar las relaciones.

Asimismo, recalcó que su programa de misiles balísticos tiene fines puramente defensivos, tras las preocupaciones y críticas surgidas en EEUU a este respecto, lo cual ha propiciado que Washington haya establecido un paquete de sanciones contra varias personas y firmas iraníes.

En relación a las negociaciones de paz para Siria que esperan reanudarse la próxima semana en Ginebra, dijo que hay que evitar adelantar resultados antes de empezar a dialogar.

Teherán ha sido un apoyo sólido para el régimen del presidente sirio, Bachar Al Asad, a quien ha respaldado en la escena internacional y al que suministra armamento y apoyo militar.

Zarif defendió una solución política a la guerra civil en Siria, en la que «el ganador no se lo lleve todo y el perdedor se quede sin nada».

Defendió que todas las partes tengan una voz en el futuro de Siria y que todos los grupos opositores implicados -con la excepción de las organizaciones terroristas Estado Islámico, Frente Al-Nusra y Al Qaeda- puedan participar en las negociaciones.

Publicidad
Publicidad