Economía

La dolarización que el chavismo siempre se negó aplicar y al final pasó

Entre la lista de negaciones de los últimos 20 años hechas tanto por el fallecido Hugo Chávez como por su sucesor, Nicolás Maduro, la dolarización de la economía venezolana siempre estuvo fuera de la mesa.

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Dólares
FOTOGRAFÍA: AP

Sin embargo, las dos reconvenciones monetarias, la hiperinflación desacelerada, la destrucción del aparato productivo y la caída de las importaciones, entre otros síntomas, son algunos de los elementos que han ahogado la economía venezolana y han permitido la dependencia «no oficial» de divisas en las transacciones diarias en Venezuela.

“En 2012 se estimaba que las transacciones en dólares en Venezuela no llegaban al 5%, hoy estamos hablando de 40 %”, explicó el economista Asdrúbal Oliveros, codirector de la firma Ecoanalítica, en una entrevista a la agencia EFE el mes pasado.

El hundimiento de la moneda venezolana, que desde agosto del año pasado se aceleró cuando el chavismo decretó una devaluación de 96% al quitarle cinco ceros al bolívar, y que ya había perdido 98% de su valor en el primer trimestre de 2018, ha hecho que la tendencia de pagar el dólares se mantenga en ascenso.

Desde el gobierno de Chávez, el modelo de dolarizar la economía siempre estuvo fuera de la mesa. Desde 2003, Venezuela se ha regido por un estricto control de cambios que limita las transacciones en moneda extranjera. Sin embargo, por la hiperinflación y la falta de divisas se ha flexibilizado la transacción de dólares desde mayo pasado, con la llegada de las mesas de cambio.

La dependencia de la renta petrolera y el miedo a la nivelación de los precios con el mercado internacional, como el de la gasolina, fueron por mucho tiempo el muro de contención a pesar de de los indicios de un eventual degradación de la economía: pérdida de la autonomía del Banco Central de Venezuela, expropiaciones y la caída en los precios del crudo, por mencionar algunos.

No obstante, estos procesos ya son parte del pasado. La caída de la producción de crudo, que bajó de más 3 millones de barriles por día hasta poco más 700.000 en la actualidad, principalmente por el aislamiento económico contra el chavismo, han perjudicado el mercado interno hasta el punto de que el país, integrante de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), necesita importar gasolina.

La escasez de combustible incide en el hecho de que la reventa de gasolina en Venezuela, la más barata del mundo, sea en dólares, principalmente en en las zonas fronterizas y lugares donde la crisis eléctrica es más aguda. De acuerdo a testimonios de los revendedores, en zonas de la ciudad de Maracaibo, en el estado Zulia, se piden hasta 12 dólares por 20 litros de gasolina.

Asdrúbal Oliveros aseguró a EFE que con hiperinflación los agentes económicos (personas y empresas) se refugian en una moneda dura que les permita conservar el valor de sus fondos y facilitar las transacciones.

“Una vez que el agente económico asume pagar parte de sus operaciones en divisas, es muy cuesta arriba que vuelvas atrás ese proceso (…) en términos técnicos el uso de la divisa estadounidense no está establecida en lo formal o legal, sí es permitida por las autoridades”, resaltó.

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