Economía

La pobreza se dispara en Argentina y hunde más a Macri

La pobreza en Argentina creció en los primeros seis meses de este año empujada por la recesión económica y la inflación, una estadística que complica al presidente Mauricio Macri en plena campaña para su reelección pero que también es una llamada de alerta para el favorito a sucederlo, el opositor kirchnerista Alberto Fernández.

Publicidad
Fotografía: AP

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) reportó el lunes que entre enero y junio de 2019 el 35,4% de la población se ubicó debajo de la línea de la pobreza, cuando en el mismo periodo del año pasado la cifra afectó al 27,3% de los argentinos, un incremento de 8,1 puntos porcentuales.

Si se lo compara con el segundo semestre de 2018 (32%), la pobreza aumentó 3,4 puntos porcentuales.

El organismo estima que son pobres unos diez millones de argentinos, de los cuales 7,7% son indigentes, es decir, sus ingresos son suficientes para cubrir una canasta de alimentos capaz de satisfacer un umbral mínimo de necesidades energéticas y proteicas.

“Los últimos tiempos han sido muy duros, especialmente el último año y medio”, reconoció Macri en un acto de campaña tras darse a conocer la estadística de pobreza. “Pero ahora viene algo distinto, el crecimiento, el trabajo, la mejora del salario y el alivio a fin de mes en el bolsillo”.

“El esfuerzo que hicieron todo este tiempo no fue en vano”, arengó a sus partidarios.

El presidente tiene como principal rival a Alberto Fernández, quien lo superó por más de 15 puntos de las primarias abiertas de agosto y va acompañado en la fórmula por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) para las elecciones generales del 27 de octubre.

Macri ha sufrido una caída en su popularidad en un contexto de recesión económica e inflación.

Al principio de su mandato en 2015, Macri prometió erradicar la pobreza y pidió que su gestión sea evaluada teniendo en cuenta ese objetivo. Pero semanas atrás el oficialismo y la oposición aprobaron en el Congreso la prórroga de la emergencia alimentaria hasta fines de 2022 aumentando las partidas de alimentos para comedores públicos instalados en barrios carenciados en un contexto de aumento de los precios de los alimentos y otros productos.

La cifra más escalofriante del informe indica que el 52,6% de los menores de 14 años son pobres.

Marcela Morales, que dirige el comedor popular “Pancitas llenas, corazón contento” en Buenos Aires, dijo a The Associated Press que desde hace un año acuden más personas a merendar o cenar en el lugar situado en la planta baja de un precario edificio que recibe alimentos como “leche en polvo, arroz y fideos” donados por particulares.

“Viene más gente mayor y familias enteras y hombres que nos les alcanza… ahora está peor la pobreza, con Cristina (Fernández) no se veía esto… lo único que sé es que yo tengo que abrir, estar acá y trabajando para la comunidad”, afirmó la mujer, quien dijo no ser militante social ni política ni recibir ayuda gubernamental. “Lo hago todo a pulmón”, sostuvo sobre el comedor donde hay una larga mesa con capacidad para más de una docena de personas.

Soledad Gamboa, de 32 años, dijo que acude todos los días a ese merendero con sus hijas de 7 y 3 años porque “ahora está más difícil el país y la mercadería está más cara”.

Gamboa, quien recibe un plan social del gobierno, dijo que también necesita la ayuda del comedor porque su marido es un trabajador “en negro (informal)” que “no está cubierto por su patrón cuando se enferma”.

Los comedores comunitarios suelen funcionar en instituciones religiosas y educativas. También son abiertos espontáneamente por vecinos en viviendas de barriadas pobres.

El candidato Fernández ha dicho que en caso de ganar su prioridad será atender la emergencia social. También adelantó que convocará a sindicatos y empresas a un acuerdo social que ayude a frenar la espiral inflacionaria. El mayor interrogante es de dónde obtendrá los recursos, teniendo en cuenta la fuerte carga que representan los compromisos de deuda asumidos por el país sudamericano en años recientes.

La devaluación de más de 20% del peso luego de la derrota de Macri en las primarias, que se debió en gran parte al temor de los inversores al regreso al poder del populismo kirchnerista, conllevó un recalentamiento de los precios de los productos básicos incidiendo especialmente en el bolsillo de las clases populares.

En los primero ocho meses del año el alza de los precios de alimentos y bebidas fue de 33,3%.

En este marco, el gobierno intentó mejorar el poder adquisitivo de la población con la eliminación de las retenciones a los sueldos de trabajadores, el incremento del salario mínimo y la eliminación del Impuesto al Valor Agregado en algunos alimentos. Este lunes, además, Macri anunció que las pequeñas y medianas empresas quedarán exentas del pago de impuestos patronales por cada nuevo empleado que contraten.

Publicidad
Publicidad