Laboral

Constructores deben recorrer hasta 20 ferreterías para conseguir insumos

Los integrantes de la Asociación de Trabajadores Emprendedores y Microempresarios (Atraem) Construcción revelaron que deben recorrer hasta 20 ferreterías para conseguir algunos insumos. Asimismo, informaron que han tenido que ser creativos para poder seguir trabajando en Venezuela, usando materia prima ecológica y reciclable.

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Vladimir Requena, vocero de la Asociación de Trabajadores Emprendedores y Microempresarios (Atraem) Construcción, explicó la grave dificultad para conseguir rubros como la cabilla, cemento, entre otros, imposibilitando a los constructores la ejecución de la obras.

“Antes podías comprar en una sola ferretería todos los materiales, pero ahora debemos pasar por un viacrucis de 20 ferreterías para encontrar un cableado eléctrico, en muchos casos a precios exorbitantes y revendidos 15 veces más caro de lo que está en el mercado”, dijo.

Requena señaló que el precio de un saco de cemento, si se consigue, a inicios del año estaba en Bs 260 y en la actualidad está entre Bs 680 a Bs 800, registrando un alza de más de 200%, en el caso de la cabilla desapareció de los establecimientos y es casi imposible encontrarla.

Hay muchos trabajadores por cuenta propia que han dejado de construir por esta crisis, pero otros hemos decidido afrontar e innovar para poder seguir laborando. Esta realidad nos hace reinventarnos ahora se ha hecho común el uso de materiales alternativos como los envases plásticos de refrescos, cartones o la madera estiba usada como carga de otros productos, esto como respuesta creativa de los constructores venezolanos”.

-El auge del bambú-

Augusto Padilla, integrante de Atraem Construcción, informó sobre la firma de un convenio de adiestramiento con la Alcaldía Metropolitana para los trabajadores por cuenta propia, para el uso del bambú como rubro alternativo para la ejecución de viviendas.

“Desde el Centro Ecológico Caricuao se dará formación a los constructores en el uso de material de reciclaje, paletas de carga, cursos de carpintería básica y la manipulación del bambú para la elaboración de viviendas y también como elementos decorativos. Esta es una forma de enfrentar la crisis al costar estos productos mucho más barato y además se fomenta la protección del medio ambiente”, afirmó.

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