Las colas para adquirir las baterías aumentaron en la distribuidora Duncan ubicada en Los Ruices de la ciudad capital tras el anuncio del gobierno de bajar los precios de los productos.
Según la Sundde, Acumuladores Duncan incurrió en el «delito de especulación» debido a que la compañía aumentaba los precios de las baterías cada dos semanas, lo que viola los artículos 49, 54 y 56 de la Ley para la Defensa de las Personas en el Acceso para los Bienes y Servicios.
Hasta hace algunos meses cuando los precios estaban regulados eran frecuentes las filas de clientes en las tiendas de acumuladores. Después, cuando regresó la oferta a precios liberados, las colas bajaron, pero el costo de cada pieza era hasta ayer equivalente al salario anual de un trabajador promedio.
Los fiscales del ente regulador constataron que la empresa ponía condiciones a los consumidores, quienes debían entregar sus baterías usadas, para poder comprar las nuevas. La comercializadora indicó que lo hacían porque los acumuladores viejos sirven como materia prima, que puede abaratar los costos de producción
Usuarios en la red social Twitter reportaron que la medida también trajo como consecuencia que desde la noche de este martes se formaran largas filas de vehículos a las afueras de las distribuidoras Duncan en varias ciudades del país.
La reducción de precios, que recuerda la impuesta hace más de cuatro años a las tiendas de electrodomésticos Daka, en vísperas de otras elecciones, alcanza a las 45 distribuidoras y sucursales de la empresa. Acumuladores Duncan es prácticamente la única compañía que distribuye baterías para vehículos en Venezuela, por lo que la medida afecta directamente el mercado de acumuladores a nivel nacional.
Los fiscales civiles y militares del gobierno llevan a cabo varios operativos en distintos segmentos del mercado en un intento por abatir los precios vía decretos y ordenanzas. Venezuela atraviesa una espantosa hiperinflación, acompañada de una permanente y acelerada depreciación de la moneda nacional.
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