Economía

Migrantes venezolanos impulsan la economía de la región, según FMI

Según ACNUR, el número total de migrantes que abandonaron Venezuela llegó a unos 4,6 millones en noviembre de 2019, con aproximadamente 3,8 millones asentados en América Latina y el Caribe.

Coronavirus pone pausa a los principales destinos de la migración venezolana
AP
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El colapso económico de Venezuela y la crisis humanitaria sin precedentes ha provocado una ola de migración a los países vecinos. Según el FMI, esta migración puede potencialmente aumentar el crecimiento del PIB en estos países, publicó el Fondo Monetario Internacional en una investigación.

«Nuestra última investigación revela que la migración de Venezuela puede aumentar potencialmente el crecimiento del PIB en los países receptores entre 0.1 y 0.3 puntos porcentuales durante 2017-2030», señala una publicación en el blog del FMI.

El tema para el organismo es el desarrollo de políticas que incluyan un mayor apoyo a la educación y la integración en la fuerza laboral, para así ayudar a los migrantes a encontrar trabajos mejor remunerados. De lograrse, esto ayudaría a elevar las perspectivas de crecimiento para los países que reciben migrantes.

Según la Respuesta para los venezolanos, que es una plataforma conjunta de la Organización Internacional para las Migraciones y el ACNUR, el número total de migrantes que abandonaron Venezuela llegó a unos 4,6 millones en noviembre de 2019, con aproximadamente 3,8 millones asentados en América Latina y el Caribe.

La crisis aumenta la migración

Desde el comienzo de la crisis, las condiciones de vida se han deteriorado severamente para los 31 millones de habitantes de Venezuela. La pobreza extrema pasó de afectar a 10% de la población en 2014 a la cifra de 85% en 2018. Además, la grave escasez de alimentos y medicamentos sigue afectando a la población.

Lo que empeora las cosas es la fuerte caída de la actividad económica, que se contrajo 65% entre 2013 y 2019. Esto fue impulsado por la caída de la producción de petróleo, el empeoramiento de las condiciones en otros sectores y los apagones generalizados de electricidad.

Mientras tanto, el FMI señala que «la hiperinflación continúa sin cesar con aumentos de precios mensuales de alrededor del 100 por ciento, rivalizando con otros episodios históricos de hiperinflación».

Frente a estas duras condiciones económicas y de vida, los migrantes huyen de Venezuela y se instalan en países vecinos.

La migración se puede duplicar

Colombia ha recibido la mayor participación, seguida de Perú, Ecuador, Chile y Brasil. Los flujos migratorios a algunos países del Caribe y América Central han sido aún mayores en relación con sus poblaciones locales, aunque más pequeños en números absolutos.

«Según las tendencias actuales, nuestra investigación proyecta que el número total de migrantes podría alcanzar los 10 millones en 2023, aunque con un amplio rango de incertidumbre en torno a esta cifra», asegura el organismo internacional.

Si se realiza, la migración masiva de Venezuela superaría las crisis de refugiados pasadas, por ejemplo, Siria en la década de 2010 o Afganistán en la década de 1980.

¿Qué implica un éxodo de esta escala para la región?

Se espera que los efectos secundarios de los grandes flujos migratorios de Venezuela ejerzan presiones inmediatas sobre el gasto fiscal y los mercados laborales en las economías receptoras, pero con el tiempo también contribuirían a un mayor crecimiento económico.

En cuanto a las presiones presupuestarias, las naciones receptoras están brindando un apoyo útil a los migrantes en forma de ayuda humanitaria, atención médica básica, educación, validación de títulos educativos y búsqueda de empleo.

Según los datos del FMI, las estimaciones sugieren que el gasto público relacionado con el crecimiento de las poblaciones migrantes podría alcanzar alrededor de 0,6% del PIB en Colombia para 2023, 0,3% en Ecuador y Perú, y 0,1% en Chile.

«Con el tiempo, se espera que el crecimiento real del PIB aumente a medida que se expande el tamaño y las habilidades de la fuerza laboral, ya que muchos migrantes venezolanos aportan niveles relativamente altos de educación y habilidades», asegura el FMI.

El organismo señala que factores como el idioma y la cultura también pueden ayudar a los migrantes de Venezuela a integrarse más fácilmente en las economías regionales de América Latina en comparación con otros episodios recientes de migración. «La expansión de la fuerza laboral también conduciría a una mayor inversión».

Mayor trabajo, mayor PIB

En el corto plazo, el FMI señala que la afluencia de migrantes, dependiendo de la velocidad y la escala de las entradas, puede ejercer presión sobre los mercados laborales para absorberlos, desplazar a algunos trabajadores locales y aumentar la informalidad.

Teniendo en cuenta la edad, el tamaño y los niveles de habilidad de los migrantes, así como el hecho de que la mayoría ha tomado trabajos poco calificados en el sector informal, el FMI estima que la migración de Venezuela aumentará el crecimiento del PIB en los países receptores entre 0.1 y 0.3 puntos porcentuales durante 2017-2030.

«El impacto en el crecimiento podría ser mayor y más inmediato si los migrantes pueden encontrar trabajo de acuerdo con su nivel educativo, una transición que las políticas pueden facilitar».

Desafíos de política

Un desafío clave para los formuladores de políticas en la región es cómo gestionar la transición en un momento en que sus economías se han desacelerado, y muchos países necesitan reducir sus déficits fiscales.

El FMI señala que «facilitar la integración de los migrantes en el mercado laboral interno y facilitar el proceso para validar sus títulos profesionales o establecer negocios maximizaría el impacto en el crecimiento y minimizaría la necesidad de apoyo público».

El Fondo Monetario Internacional señala que «las acciones individuales de los países hacia los migrantes, como las restricciones fronterizas, pueden complicar la situación para otros socios».

Proporcionar a los migrantes acceso a la educación y la atención médica es, para el FMI, la clave para garantizar que los migrantes venezolanos vivan de manera productiva «no solo para beneficiarse a sí mismos, sino también a las economías en las que residen».

Con información de FMI

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