Ingresos estables
Pfizer ha generado de forma regular desde hace diez años un volumen de negocios de más de 50.000 millones de dólares al año, sin un avance significativo, sin embargo, debido a la falta de un nuevo medicamento revolucionario que impulse las ventas.
Su beneficio el año pasado fue de 16.300 millones de dólares. El laboratorio gastó alrededor de 8.700 millones de dólares en 2019 en investigación y desarrollo, pero regularmente compra o se acerca a otras compañías para completar su cartera de productos.
Por ejemplo, en 2019 anunció la fusión de su actividad de medicamentos no patentados con el grupo farmacéutico Mylan para crear un gigante mundial en el sector de genéricos.
La compañía emplea aproximadamente a 88.000 personas en todo el mundo y vende sus productos en 125 países.
Pfizer, que salió a Bolsa en 1942, tiene un valor actual de 214.000 millones de dólares en Wall Street y es uno de los líderes mundiales en farmacia.
El sprint hacia la vacuna
Mientras la pandemia de covid-19 se propagaba por el mundo, el grupo se asoció a mediados de marzo con la empresa alemana BioNTech para desarrollar una vacuna basada en nueva tecnología genética. Rápidamente, las primeras pruebas comenzaron en abril.
Una vez que se seleccionó el producto, una vacuna administrada en dos dosis con tres semanas de diferencia, comenzó un gran ensayo clínico en julio, con un total de más de 40.000 participantes.
El laboratorio anunció esta semana que, de acuerdo con datos preliminares, la vacuna tenía una efectividad del 90%.
«Es sin duda el avance médico más importante de los últimos cien años», dijo el lunes su jefe, Albert Bourla, en la cadena estadounidense CNBC.
De confirmarse su seguridad, Pfizer prevé enviar una solicitud de autorización a la agencia reguladora de medicamentos de Estados Unidos (FDA) a fines de noviembre. Y planea producir 50 millones de dosis para fin de año y 1.300 millones en 2021.