Economía

Plan de ajuste económico podría mejorar abastecimiento en dos o tres meses

El director de Econométrica, Henkel García, considera fundamental en el proceso de recuperación económica la solicitud de ayuda financiera externa.

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La aplicación de un conjunto de medidas de ajuste, concertadas y coordinadas, sin dejar de lado el aspecto social, debe ser para el analista una de las principales prioridades del gobierno. Indicó que lo que se ha instaurado hasta ahora es una serie de acciones aisladas que, en el mejor de los casos, lo único que logran es frenar el deterioro.

«El vicepresidente económico (Miguel) Pérez Abad ha mencionado algunas medidas que son las correctas: avanzar hacia una convergencia cambiaria es algo correcto, así como ir hacia un sistema de subsidio directo, pero lamentablemente es insuficiente. Venezuela necesita un plan de ajuste mucho más amplio, más concertado y con un mínimo de armonía social y política que no tenemos en estos momentos», sostuvo ante los periodistas en el marco del evento Desafíos de la crisis en Venezuela, organizado por Econométrica.

Entre las medidas que se deberían tomar, García mencionó la necesidad imperativa de recurrir al financiamiento externo. «La brecha entre ingresos y egresos de divisas es inmensa», indicó.

Para él, los ajustes necesarios podrían ser similares a los ya ejecutados en las crisis del 89 y del 96. «Necesitamos restituir los precios de mercado, las libertades económicas, las garantías a la propiedad para que la economía del país empiece a mejorar», dijo. Sin embargo, se debe añadir el componente social, para que el impacto sobre el ciudadano sea menor.

«Una vez llevado a cabo un plan de ajuste económico o de reconstrucción nacional en el lapso de dos o tres meses veremos las primeras mejoras claras en lo que es el abastecimiento; pero para poder decir que tenemos una economía bien encaminada y que está recuperando su capacidad de producción podríamos estar hablando de dos o tres años», detalló.

No obstante, considera que este proceso resultaría relativamente rápido, si se toma en cuenta que Venezuela tiene varios años creciendo por debajo de su potencial.

Consultado sobre el costo inflacionario del ajuste, García advirtió que el efecto podría ser contrario a lo que comúnmente se piensa. «Obviamente hay un impacto porque estás restituyendo los precios de mercado (…) pero también vamos a ver un crecimiento en la productividad; entonces la capacidad de compra la vamos a ver en el diferencial entre productividad y precios», acotó.

Incluso, el efecto neto de estas medidas sobre los precios podría ser hasta positivo, pues el costo de algunos bienes puede resultar inferior a lo que ya se paga por ellos en los mercados negros. «Las medidas las estamos tomando muy tarde, entonces ya parte del ajuste, muy mal llevado por cierto, lo estamos viendo. En una economía funcionando de forma más sana y en equilibrio, la sensación que vamos a tener los ciudadanos es de una mejora en el poder de compra», señaló.

El directivo cree que, en general, el proceso de desaceleración de la inflación podría ser bastante rápido. «Yo creo que en el lapso de dos o tres años podemos tener una inflación de 20%», precisó.

En cuanto al desmontaje de los controles, advirtió que la liberación del tipo de cambio no puede darse por sí sola, especialmente sin el acompañamiento del crédito internacional. 

«Si liberas el dólar con el ambiente actual entonces el tipo de cambio puede ser cualquier cosa, puede ser hasta más alto que el paralelo (…). Si haces un buen plan, puedes tener un dólar de equilibrio en un rango de entre Bs 300 y Bs 600, hoy. Me haces esta pregunta al final de año y te tengo que dar un rango distinto. Pero estamos hablando un escenario ideal», expresó.

Añadió que actualmente el valor del paralelo está contenido, no por el alza del Dicom, pues no ha habido suficiente oferta por parte del gobierno, sino porque ya había subido mucho en meses pasados y este ritmo de crecimiento no se puede mantener.

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