Pobreza y escasez alcanzaron su pico histórico más alto en 2018, según estudio

Los efectos del hambre y la desnutrición, en uno de los países se encuentra entre los países del mundo con grave inseguridad alimentaria, por motivos de las malas políticas gubernamentales tuvieron una evidente caída en año pasado.

Según el reporte nacional Emergencia Humanitaria Compleja (EHC Derecho a la Alimentación y Nutrición, presidido por el Observatorio Venezolano de la Salud (OVS), Fundación Bengoa y el Centro de Investigaciones Agroalimentarias (CIAAL); en diciembre de 2018 se registró que 94% de la población venezolana no cuenta con ingresos suficientes para pagar los precios de una canasta de alimentos y  servicios básicos por las extremas condiciones de privación económica.

La cifra representa un aumento de 7 puntos porcentuales en comparación al año anterior, 87% de los ciudadanos vivía en condiciones de pobreza por el método de línea de ingresos de acuerdo con la encuesta Encovi.

De este porcentaje, 61,2% se encontraba en pobreza extrema, sin posibilidades de acceder al costo de una canasta básica de alimentos.

En 2018, según los datos preliminares de Encovi en 2018, la pobreza general había alcanzado a 94% de la población y 63% dependía de comprar una ración de alimentos a precios subsidiados a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).

“La pobreza y el no tener un libre y adecuado acceso a los alimentos, es resultado de una extrema privación económica en la cual la moneda nacional ya no tiene valor adquisitivo debido a la hiperinflación”, destaca el informe.

Según proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), se estima que la inflación en Venezuela se estimada para 2019 en 10.000.000%, lo que se une a una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 18% en 2018 y una contracción económica acumulada de 45% desde el año 2013.

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