Economía

Políticas Microeconómicas: Iníciese el Cambio

Una vez se asoma un cambio –y así la sociedad venezolana lo ha decidido- de regreso a la democracia; aun cuando tímidamente, empieza a tomar cierta relevancia –y esperamos que protagonismo en lo inmediato- inquietudes sobre las políticas microeconómicas más allá de las commodities de estabilización macro.

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TEXTO: ENRIQUE GONZÁLEZ | FOTOGRAFÍA: REFERENCIA - AFP

Se ha iniciado la promoción de servicios profesionales de consultoría alrededor del tema de la productividad y la competitividad en entornos competidos –con mercados cerrados ya no legalmente sino vía demanda-; asomando que efectivamente existirá una demanda y una necesidad de conocimiento sobre estrategias corporativas en entornos competidos, basadas en un cambio de modelo y paradigma económico hacia una apertura económica.

Es así como numerosos analistas aseguran que el cambio, sino de 180 grados en el modelo económico, tendrá como microfundamento una economía de mercado basada en la competencia. En casos específicos se asegura que el liberalismo sería la característica distintiva del cambio que se asoma para el país.

Sin embargo, muchas de estas opiniones podrían estar respondiendo más a una reacción de rechazo al fracasado modelo actual, a posiciones ideológicas o incluso a intereses particulares.

Por ello, deberíamos esperar que en Venezuela proliferen, tanto en el sector público como en el privado, prolijos espacios de análisis microeconómico de las políticas económicas, industriales, sectoriales, públicas y regulatorias.

En términos públicos, el éxito en el diseño de políticas públicas poco depende de las “buenas intenciones” y lo “atractivo del discurso” (de hecho, en ocasiones el enunciado y/u objetivo de una política pública puede parecer “contraintuitivo” respecto a su diseño e instrumentalización). En ese sentido, basados en un nuevo “Estado benevolente” que vele por el Interés Económico General, se requerirán espacios e instancias de análisis microeconómico de las políticas públicas y sectoriales; análisis costo-beneficio de las alternativas de política; Análisis Económico del Derecho de los esquemas jurídicos de incentivos; etc.

Esta labor en el sector público, independientemente que no se le provea de estatus mandatorio, sino más bien asesor y de advertencia, y aun cuando no se haga público sus resultados, constituye un trabajo simple y llanamente técnico. Por su propia naturaleza, técnica, metodológica y científica, resulta despolitizada y sólo funcionarios o asesores técnicos podrán llevarla adelante.

Es de esta manera que asomándose un cambio y requiriéndose esas alternativas de políticas concretas en su diseño y formas de instrumentación, identificando forma y tipo de esquema de incentivo, deberían estar lista para eventualmente implementarlas.

Aun cuando los tomadores de decisiones resultasen ser funcionarios de confianza en “cargos políticos”, la labor descrita anteriormente sólo puede ser desarrollada por un cuerpo técnico que funja como asesores respecto a las alternativas y al buen diseño de las políticas públicas y regulatorias. En Venezuela, sin ahondar en las casusas, carecemos de dichos espacios, pero como la intención es el cambio, hacer las cosas mejor que en el pasado, reconstruir el país y tutelar el Interés Económico General; urge que dichos equipos estén configurados y trabajando, incluso especializados sectorialmente.

En lo que respecta al sector privado, tanto global como sectorialmente, dichos espacios se requieren igualmente. Entendiendo que el sector privado está llamado a desempeñar un papel protagónico en la reconstrucción del país; éste requiere de espacios propios de análisis microeconómicos de las políticas públicas, industriales y sectoriales que hagan ver que dentro de las alternativas de política pública existen numerosas donde intereses privados y el Interés Económico General resultan perfecta y correlativamente complementarios –muy diferente a la sociedad artificialmente creada por el régimen actual expoliador que ha impuesto una sociedad no solo suma cero, sino en constante constreñimiento y destrucción de bienestar y riqueza social que conduce unívocamente a una “redistribución” de miseria-.

Economista UCV. Master en Economía Industrial, Universidad Carlos III de Madrid. Master in Competition and Market Regulation, Universidad Pompeu Fabra. Postgraduate Diploma in Economics for Competition Law, Kings College London. Maestría en Derecho y Economía, Universidad Torcuato Di Tella. Especialización en Economía de los Sectores Energía, Telecomunicaciones, Farmacéutico, Transporte, Agua y Banca, Universidad Carlos III de Madrid, Universidad Pompeu Fabra.

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