Consumo

Precios de almuerzos se disparan para hacer frente a nuevos costos laborales

Ya  ningún almuerzo se consigue por menos de Bs 2.700 en el este de Caracas. Cuando empezaron a costar más de 1.000, aproximadamente en mayo, era un duro golpe a los bolsillos de los venezolanos, lo que los obligó a comer con menos frecuencia fuera de casa. En tres meses los aumentos han sido en el mejor de los casos de 170%. 

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Un plato en la calle ya no baja de Bs 2.700. Comer fuera con Bs 619,5, un día de ticket alimentación en base a los Bs 18.585 mensuales, hace imposible si quiera pagar un desayuno, ya que los populares cachitos sobrepasan los Bs 700.

El Estímulo realizó un recorrido por locales y establecimientos de comida que ofrecen menú ejecutivo y self service y constató que, a pesar que siguen siendo ofertas variadas, sus precios escapan a las posibilidades de cualquier ciudadano de darse el gusto de comer fuera de casa dos o tres veces por semana.

En la panadería Cueva de Iria, ubicada en Santa Eduvigis, desde hace dos semanas ya no preparan almuerzos «hasta nuevo aviso por evaluación de costos y servicios», afirmó una cajera del lugar. En su lugar, venden pasticho, que incluye sopa, a Bs 1.500. El gerente, Manuel Viloria, aseguró que los productos cada vez llegan más caros, lo que lo obliga a aumentar constantemente los almuerzos. Esta vez, los obligó a dejar de ofrecerlos.

Pedro Villegas, dueño de Entre Panes, en Los Palos Grandes, fue más pesimista. Afirmó que si la inflación sigue comiéndose las ganancias y provoca aumentos desmedidos, no quedará de otra que cerrar en diciembre. En el lugar ofrecen un menú de sopa, seco y bebida en Bs 3.750.

Villegas agregó que en el local se han eliminado productos en el menú. «Dejé de vender papelón con limón, algunos sandwiches, tuvimos que inventar el menú de sopa, seco y jugo para poder tener ganancias, pero yo he tenido que poner de mi bolsillo para mantener este negocio. La única esperanza es que haya referendo revocatorio contra Maduro», contó.

En el restaurante Orleón, en Los Palos Grandes, el menú más sencillo cuesta Bs 2.700, incluye la proteína, dos contornos y sopa. Otra opción, que trae sopa, seco, café, postre y bebida, tiene un precio de Bs 3.600. Su encargado explicó que en septiembre habrá otro aumento de aproximadamente 10% con respecto a agosto, y en agosto aumentó el mismo porcentaje con respecto a julio. No solo enfrentan dificultades por la inflación, sino que el también reciente aumento de ticket de alimentación representa un problema para pagarle a los empleados, lo que lo obliga a realizar reducciones de personal.

Por su parte, en Baretto, donde hay variedad de menú ejecutivo el plato más sencillo, con dos contornos y bebida, cuesta Bs 3.100, y Bs 3.600 el que incluye crema. Su más reciente aumento fue el pasado viernes 26 de agosto, y fue de 10% con respecto al precio anterior.

Alejandro Baredo, gerente del local, afirmó: «No hemos reducido porciones ni alimentos, pero no puedo pagar a un nuevo empleado y las ventas han bajado, ya no viene la misma cantidad de gente». «Los alimentos llegan todos los días aumentados», sostuvo.

Ya no se habla de alzas en los precios en relación con el mes previo, sino del precio anterior que pudo haber sido la semana que concluyó.

Lo mismo ocurre con el restaurante self service ubicado en Parque Cristal, Marries. También se han dado aumentos aproximadamente cada 3 semanas. Antes, el precio mínimo de un almuerzo variado era de Bs 3.000, sin incluir el envase para llevar, a un precio de 120 bolívares . Pero ahora, el menor precio para comprar es  Bs 5.000, esto también ha provocado reducción en la clientela.

Consultada sobre los nuevos precios, Claudia Pernía dijo que hasta hace un mes compraba almuerzos en la calle con la quincena. «Cada vez que me depositaban en el trabajo me daba el gusto y salía a comprar almuerzo. Ahora solo puedo hacerlo una vez al mes».

El presidente Nicolás Maduro anunció el 12 de agosto un aumento de salario mínimo de 50% a partir del 1º de septiembre y de 128,5% en el cálculo del bono de alimentación, retroactivo desde agosto. Desde entonces, los precios comenzaron a aumentar en previsión para poder costear estos incrementos laborales.

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