Precios de útiles y textos escolares suben más de 500% en un año

Prepararse para la temporada escolar se hace más cuesta arriba cada año. Los precios suben constantemente y los útiles no son la excepción.
En un recorrido realizado por El Estímulo se pudo constatar que los precios de útiles y textos escolares exigidos en las listas sobrepasan los Bs 300.000. Lo que representa más de tres salarios mínimos (Bs 97.531,56 al mes).
A diferencia del año anterior, no se trata de que falten los útiles o los textos escolares. «Sí hay, pero la gente no tiene el dinero suficiente para comprarlos», comenta una de las vendedoras de una librería del centro de Caracas. Los padres salen a emprender su recorrido en busca de los mejores precios y de lo estrictamente necesario.
Para los niños en maternal, preescolar y educación básica la compra de algunos materiales escolares es obligatoria. Sin embargo debido a la situación y los altos precios en algunos planteles ya se han mostrado más flexibles. «En el colegio de mi hija marcan en la lista solo algunos útiles como estrictamente necesarios, el resto los pueden comprar quienes lo tengan en sus posibilidades. Pero no está nada fácil», comenta Carmen que ha salido a comprar algunos útiles »antes de que pase más tiempo y suban de precio».
De hecho, los encargados advierten que para septiembre los precios serán otros.
El Estímulo visitó la Papelería Hércules, Librería y Papelería Arte y Estudio, y Librería Tucusito, todas en el centro capitalino. En cada una de ellas se leía en la entrada: “No hacemos presupuesto, disculpen las molestias”. Los empleados aseguran que ya para estos días deberían haberse vendido más textos, pero esperan que la situación se regularice hacia el mes de septiembre. «Si ves los estantes llenos, es porque no se ha vendido mucho aún», comenta otra de las vendedoras.
En esta ocasión sí se consiguen los textos escolares, aunque siempre hay alguno que no llega a las tiendas, como el popular libro de Física de Ely Brett y William Suares.
Entre los textos más costosos están el libro de matemática de Hoffman y el álgebra de Baldor, a Bs 85.760 y 40.800, respectivamente.
A las habituales costumbres que han adoptado los padres venezolanos para hacer frente a los altos precios como reusar, reciclar, cazar ofertas y comprar libros usados se agrega una más. »En el colegio de mi hijo los libros que son tan costosos se compran entre varios», cuenta Karina. «Hay que buscar como ingeniárselas porque con lo caro que está todo, si no es así sería imposible».
En tiendas como CompuMall del Centro Comercial El Recreo y El Sambil y la librería Nacho ya no venden textos escolares. Sin embargo, se consiguen todos lo útiles de la lista, aunque a precios más elevados que otras papelerías. Cuadernos tapa dura de una línea desde Bs 24.400, compás de precisión en Bs 7.000, un juego de escuadras en Bs 67.000 o un rollo de tres metros de papel contac en Bs 16.900, son algunos de los precios. El tradicional libro de iniciación a la lectura Mi Jardín tiene un precio de Bs 13.000.
-Comprar solo lo necesario-
En el establecimiento Almacenes Jeyra, ubicado en Chacao, se lee un letrero que dice que hay 50% de descuento en mercancía seleccionada por ser temporada escolar.
Los precios de los uniformes, incluyendo franelas, chemises, bolsos, batas de laboratorio y zapatos han aumentado diez veces su precio desde la temporada escolar pasada.
Las vendedoras aseguran que la clientela ha disminuido significativamente. «No solo en uniformes, es en todo. Los precios de las cosas ahorita son imposibles para cualquiera».
»Tuve que pedir un préstamo para comprar los uniformes este año. Generalmente a mis hijos les duran los uniformes, pero esta vez pasó a camisa azul así que tengo que comprarla», comentó Ana Julia mientras pagaba 120.000 bolívares por dos chemises.
Falta un mes para comenzar la temporada escolar y aunque la mayoría de los padres se apresura a comprarlos antes de que vuelvan aumentar los precios, para algunos es más complicado que eso. »Parece mentira pero en algunos casos es comer o comprar otras cosas. Así que yo he ido comprando de a poco. Lo que no pueda comprar no se comprará», comenta otra de las compradoras.

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