Prevén poco éxito en la rebaja del encaje para aumentar producción del agro

El Ejecutivo solicitó al Banco Central de Venezuela (BCV) disminuir en 5 puntos el encaje legal para liberar recursos que contribuyan a financiar el sector agrícola.

Luego que el organismo emisor aumentara en tres ocasiones el encaje en los últimos años (el último en 2014) para contener la inflación a través de una menor liquidez, el presidente Nicolás Maduro pidió pasar de 21,5% a 16,5% el encaje legal para liberar 500.000 millones de bolívares que financiarán al agro.

La medida -por cierto- forma parte de las recomendaciones de Alfredo Serrano Mancilla, asesor del presidente Maduro, para la economía venezolana. «No debe haber reservas bancarias excedentarias más allá del encaje legal. Las finanzas deben ser el combustible para los diferentes motores productivos», dijo.

Esta no es la primera vez que el Ejecutivo exige al BCV rebajar el encaje. Ya en el año 2011 el presidente Hugo Chávez tomó la misma medida para obtener recursos bancarios para la construcción de 2 millones de viviendas en un período de siete años.

Analistas señalan que dirigir una gran cantidad de fondos al sector agrícola no es señal de éxito, ya que en el pasado se han destinado importantes recursos y aún la producción no despega.

“Ya todos conocemos la historia del sector agrícola en Venezuela, el cual tiene uno de los niveles más altos de apalancamiento y no se corresponde con sus niveles de producción de bienes”, acota el economista Guillermo Ortega.

Como se recordará, desde hace varios años la banca destina obligatoriamente parte de su cartera de crédito al sector agrícola, pero hoy en día se observa una caída de la productividad lo que se refleja en la actual escasez de bienes del mercado interno.

El presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, Humberto García Larralde, coincide en que el problema fundamental del sector agrícola no es la falta de financiamiento, sino los obstáculos, regulaciones y la inseguridad jurídica y personal.

«Si no se atacan estos problemas y se aboga por una mejor relación entre el campo y la agroindustria en cuanto a almacenamiento, transporte, de silos, entre otros, no podrá desarrollarse el sector. El campo se ha destruido con la política de expropiaciones, es muy poco lo que pueden hacer estos recursos».

Indicó -por otra parte- que las autoridades monetarias y financieras han ejecutado distintas maneras para disminuir la liquidez monetaria para bajar las presiones inflacionarias y «ahora intenta neutralizar, corregir o evitar un desplome de la actividad productiva», a través de un mayor financiamiento.

Guillermo Ortega afirma que en las actuales condiciones macroeconómicas obviamente la medida afectará la tasa de inflación. «La medida le quita al BCV un instrumento monetario para drenar liquidez y en momentos en que el organismo ha perdido activos. Se encuentra de manos atadas y se coloca en una posición de más debilidad«.

García Larralde destaca que el crecimiento de la liquidez se había estancado en torno a los 3 billones de bolívares y el crecimiento de la inflación no se corresponde con esa desaceleración. «Ya la inflación está desatada, los venezolanos no están ahorrando ya que no se ha podido restablecer la confianza en el bolívar. Es muy probable que se registre una mayor demanda del dólar paralelo«.