Y la patronal prevé que, con la economía brasileña creciendo a un ritmo de cerca del 3% en 2018, la producción de vehículos mantendrá su recuperación este año, aunque sólo volverá a los niveles récords del 2013 en unos cinco años.
La Anfavea calcula que, estimulada por la recuperación económica de Brasil, la producción de vehículos crecerá 13,2% en 2018, hasta cerca de 3,056 millones de unidades, y en menores niveles en los años siguientes, hasta alcanzar nuevamente las 3,7 millones de unidades hacia 2022 o 2023.
Brasil llegó a producir en 2013 un récord de 3,71 millones de vehículos, pero esa producción fue cayendo gradualmente en los tres años siguientes, hasta 3,14 millones en 2014, 2,43 millones en 2015 y 2,16 millones en 2016.
Esa reducción fue producto de la profunda recesión en que se hundió la economía brasileña, que sufrió una retracción del 3,5% en 2015 y del 3,6% en 2016 y encadenó dos años seguidos de crecimiento negativo por primera vez desde la década de 1930. Pero la recuperación en 2017, cuando la economía registró un crecimiento del 1 % según las proyecciones del Gobierno y de los economistas, ayudó al sector automotor a volver a crecer.
Tras tres años seguidos en caída, el sector finalmente reaccionó en 2017, cuando salieron de las fábricas cerca de 2,6 millones de automóviles y utilitarios (furgones y camionetas), con un crecimiento del 25% frente a 2016; unos 82.800 camiones, lo que supone un aumento del 37%; y unos 20.600 autobuses, con un aumento del 10,5 %. «Son números que tenemos que conmemorar, pero la capacidad ociosa de la industria aún es elevada. En camiones, estamos operando con cerca del 75% de nuestra capacidad de producción», afirmó en una rueda de prensa el presidente de la Anfavea, Antonio Megale. Pese a que el mercado interno también reaccionó, el aumento de la producción de vehículos el año pasado fue impulsado principalmente por las exportaciones, que saltaron 46,5%, desde 520.137 vehículos embarcados en 2016 hasta un récord de 762.033 colocados en el exterior en 2017.
Ese aumento, principalmente a Argentina (destino del 70% de los vehículos exportados por Brasil), permitió que las exportaciones brasileñas de automóviles pasaran a representar el año pasado un 28% de la producción. «Las exportaciones nos vienen ayudando. Las empresas están muy interesadas en exportar y el Gobierno viene contribuyendo con acuerdos, el último de los cuales con Colombia», aseguró Megale. Por su parte, el número de vehículos nuevos vendidos aumentó 9,23%, desde 2,05 millones de unidades en 2016 hasta 2,24 millones en 2017, tras cuatro años seguidos de caídas. Desde 2012, cuando se alcanzó un récord de 3,80 millones de vehículos comercializados, las ventas venían cediendo.
En 2013 ya habían caído a 3,77 millones de unidades, en 2014 a 3,50 millones, en 2015 a 2,57 millones y en 2016 a 2,05 millones, su menor nivel desde 2006. La Anfavea prevé que la fabricación de vehículos crecerá 13,2% en 2018 impulsada nuevamente por las ventas en el mercado interno y no tanto por las exportaciones.
Su proyección es que las ventas aumenten 11,7% hasta 2,5 millones de unidades, y que las exportaciones crezcan 5%, hasta el nuevo récord de 800.000 vehículos embarcados.
La recuperación del sector automotor también benefició el empleo, en Brasil ya que el número de trabajadores contratados por las fábricas de vehículos creció 4,6% en un año, desde 121.178 en diciembre de 2016 hasta 126.696 el último mes de 2017, tras tres años seguidos en que los despidos superaron las contrataciones.]]>
