De interés

¿Qué compran los venezolanos en Aruba?

Los llamados raspacupos ya no abundan por calles y sitios comerciales de la isla. Las fallas en la conexión y aprobación de sus tarjetas de créditos, además de los costos más elevados de los pasajes aéreos, los han alejado del propósito de ir por dólares para luego cambiarlos en Venezuela y obtener una ganancia que valiera la pena la travesía.

Publicidad
Texto y fotografía: Tibisay Romero @TibisayRomero

Los venezolanos caminan tranquilos por el boulevard del centro de Aruba. Unos con otros comentan que sus tarjetas sí pasaron o tuvieron fallas en algún comercio, pero se desplazan sin alboroto. Son fáciles de reconocer, la vestimenta y el hablar los delata. Ya no se observan raspacupos (viajeros que aprovechan el arbitraje cambiario).

“Acabo de comprar en aquella tienda de ropa deportiva y pasó mi tarjeta del Banco de Venezuela, pero a mi amiga no quiso pasarle la de ella que es del Banco Bicentenario en el negocio de artículos para damas”, explicó María que fue a la isla después de Semana Santa.

“Ya no se ven tantos venezolanos como antes cuando venían a raspar sus dólares en 2015. Han descendido las noticias sobre ellos en Aruba, aunque hace unos días atrás consiguieron a un hombre ahogado que trató de entrar de manera ilegal a la isla desde Falcón”, dice una vendedora -de acento colombiano- de una tienda de perfumes que prefiere no dar su nombre.

Lo cierto es que ya no se les ve en grupos grandes y arrastrando maletas, como sucedía el año pasado. El cupo en dólares de los venezolanos para ir a Aruba, por más de 8 días, va desde 525 a 700 dólares y con lo costoso del pasaje y el paso del cupo viajero a tasa flotante del Simadi, ya no es tan atractivo viajar para el arbitraje cambiario.

Una de las razones podría ser el costo del pasaje desde Venezuela a Aruba. Un ticket que antes valía entre 54.000 y 80.000 bolívares ahora puede ubicarse sobre los 200.000 bolívares, lo que hace inviable sacar provecho económico a un viaje para traer dólares desde la isla, en especial si no hay la certeza de que las tarjetas de crédito venezolanas van a funcionar y porque hay que sumar los costos de hospedaje y alimentación.

“Si sacas la cuenta se hace muy difícil regresar con algo de dólares a Venezuela. Acá la comida nos sale cara, preferimos comprar en el supermercado alimentos y prepararlos en el hotel. Aparte hay que reservar 35 dólares para el impuesto de salida. Hay que venir es a disfrutar”, dijo José Pérez, un turista venezolano. 

– En supermercados y farmacias – 

Ya no se escucha la bulla de venezolanos tomándose fotos frente a los productos que abundan en los anaqueles y que llevan meses desaparecidos de los supermercados y abastos venezolanos.

Siguen llevándose la harina pan, papel higiénico, champú y acondicionador de cabello, pañales, jabón de baño, café, leche en polvo, cereales infantiles, desodorantes, toallas sanitarias, creo que es lo fundamental”, detalló una vendedora de un supermercado en Oranjestad donde van muchos turistas y locales arubianos.

Algunos han reportado fallas cuando pasan sus tarjetas venezolanas. Incluso a ciertas personas les ha sucedido que al mostrar sus pasaportes venezolanos las cajeras les dicen que no pueden aceptar sus tarjetas, pero son casos aislados, no es la regla ni está estipulado así por ningún ente de la isla.

“Ha bajado la xenofobia pero no es que ha desaparecido por completo. Esperemos que vuelva a ser como antes cuando los venezolanos éramos bienvenidos en todas partes”, dijo Carmen Hernández que visita la isla porque tiene familiares allí.

La búsqueda de medicamentos también es ahora una prioridad para muchos de los que pisan Aruba, provenientes de Venezuela. Solicitan fármacos para la hipertensión, tiroides, circulación sanguínea, epilepsia, diabetes. “Piden hasta pastillas como acetaminofén o paracetamol, para el dolor de garganta, para problemas estomacales, muchas pueden venderse sin récipe médico, pero algunas no”, explicó una vendedora de una farmacia que allá llaman boticas.

Publicidad
Publicidad