Empresas y Negocios

Reactivar la construcción generaría más de 20.000 empleos en Carabobo

Según cifras de la Cámara de la Construcción del estado venezolano, aseguró que si se establecen nuevas medidas en el país, que reanuden los créditos, tanto para los empresarios como para los compradores, se comenzaría a dar un nuevo aliento a esta área que se caracteriza por dinamizar la economía

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Reactivar la construcción generaría más de 20.000 empleos en Carabobo
Tibisay Romero

El panorama para el sector de la construcción en Carabobo es muy similar al que ya se vivió al cierre de 2018: una paralización del 95% que se da al término de 2019 y que es un arranque poco alentador para 2020, según cifras de la Cámara de la Construcción en el estado.

“Las expectativas para este año, si no cambian las políticas económicas, prácticamente van a ser las mismas”, expresó Germán Rodríguez, presidente del ente gremial en la entidad federal.

Rodríguez agregó que si se establecen nuevas medidas en el país, que reanuden los créditos, tanto para los empresarios como para los compradores, se comenzaría a dar un nuevo aliento a esta área que se caracteriza por dinamizar la economía.

Financiamiento bancario

Germán Rodríguez señaló que piden al gobierno que promueva la reactivación del sector a través del financiamiento bancario.

“Vemos con preocupación que alrededor del 95% de la capacidad crediticia, se perdió, no sólo en este sector, sino en todas las áreas productivas del país”, afirmó Rodríguez.

“Hoy pedimos que sea reactivado el crédito hipotecario”, añadió el presidente de la Cámara de la Construcción en Carabobo.

“Si se reactiva este sector podremos lograr entre 20.000 y 50.000 empleos directos”.

Además aspiran que, a través de nuevas políticas económicas en el país, se reanude la actividad en la industria del cemento, hierro, aluminio, porcelanas, alfarería y hasta en el sector de alimentos que se beneficiaban de la actividad de construcción.

Obreros que cambiaron de oficio o de lugar

La paralización casi por completo de la industria de la construcción, ha detenido a muchos obreros que por años trabajaron en el sector. Ahora han tenido que emigrar a países cercanos, donde la mano de obra es mejor pagada, o simplemente cambiaron de oficio en Venezuela.

En el caso de Ramón Pérez, un hombre fornido de 48 años de edad, tomó la opción de quedarse en el país. Él se gana la vida como taxista.

“Después de estar 25 años trabajando como obrero de la construcción en varios estados, y en los últimos años lo hice en Carabobo, ahora hago carreras al aeropuerto de Valencia y otras cerca de la ciudad. Ya llevo tres años en esto. Mi familia tenía que seguir comiendo, así que me las ingenié para cambiar de carro por uno un poco más nuevo y aquí voy, unos días regulares y otros malos”, narró Pérez a El Estímulo.

Simón Cabrera, de 39 años, estuvo unos 7 años trabajando en el área de la construcción hasta que el dueño de la empresa decidió irse a España y él quedó, de repente, sin empleo, hace un año y medio.

“Yo si comencé a ver que el jefe empezó vendiendo algunos equipos, pero nunca nos adelantó que pensaba irse del país. De pronto nos canceló la semana y anunció que cerraba la compañía. Esa tarde, salí y no sabía cómo iba a explicarle a mi esposa que estaba desempleado, especialmente porque tenemos tres niños y la crisis es dura”, relató.

Cabrera dijo que algunos de sus antiguos compañeros se fueron a Ecuador, Perú y Colombia y poco a poco se incorporaron en el mercado laboral, incluso dos de ellos han conseguido hacer trabajos como albañiles. “Eso lo aprendieron bien aquí, ahora eso les permite vivir afuera”.

Bodegones en auge

El Estímulo consultó en Valencia a varios empresarios que se dedican al área de la construcción. Aseguraron que lo poco que han hecho son remodelaciones a estructuras que se colocarán en oferta para la venta en el mercado secundario.

Aparte, han surgido algunas obras de reconstrucción de espacios comerciales que destinan a la nueva moda en Venezuela: los bodegones donde abundan los artículos importados.

“Me llamaron para adecuar un espacio que será un bodegón y lo mismo ha ocurrido con otro empresario amigo. Son obras civiles que requieren de cuatro o cinco meses”, explicó el dueño de una constructora.

En medio de la crisis económica más grande que se ha vivido en los tiempos modernos en el país, la aparición de este tipo de establecimientos comerciales ha hecho surgir una burbuja que mueve las divisas y una variedad de productos que llegan a través de los principales puertos del país, fundamentalmente a través de envíos puerta a puerta, según fuentes del sector marítimo.

Paralización de grandes obras

Carlos Luis González, empresario del sector con más de 25 años, especializado en movimiento de tierra y obras civiles, dijo que hay una paralización de las grandes obras de infraestructura del país, tanto privadas como del sector público.

“Nosotros en nuestra empresa teníamos más de 12 operadores de maquinarias, teníamos tres ingenieros y tres asistentes para ellos, equipo de topografía y ahora eso está totalmente paralizado desde hace dos o tres años. No se mueve una máquina, no se prende una maquinaria. Eso da entender que las nuevas obras no se están ejecutando”, destacó González.

Dijo que lo que observan son ciertas obras de larga data que se están ejecutando, para lo que contratan empresas de obras civiles.

Adicionalmente consiguen algunas remodelaciones de casas o apartamentos cuyos dueños han emigrado, y luego de varios años vacías, deciden remodelarlas para la venta. En estos casos, se trata por lo general de viviendas construidas hace 30 o 40 años que requieren cambios en piezas de sanitarios, tuberías, cerámica y cocina.

“Lo que estamos viendo es el mercado secundario de remodelación de viviendas viejas”, afirmó González.

Menos afiliados

El achicamiento del sector, también se observa en la cantidad de agremiados a esta cámara productiva. Según los números de la institución en el estado Carabobo, de 600 afiliados que tenían en el año 2012, ahora quedan solamente 80, es decir que apenas se mantiene un 13,3%, siete años después.

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