Energía y Petróleo

Restringen suministro de gasolina en el país

Ineficiencia, falta de mantenimiento e inversión, sanciones, robo y contrabando de gasolina, son algunos de los factores que han llevado al actual desabastecimiento en todo el territorio, a lo cual se agrega el decreto de Emergencia y la cuarentena obligatoria en todo el país por el coronavirus

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Casi todas las regiones del país reportan restricciones en el suministro de gasolina. Algunos videos colgados por usuarios se observan a militares con tapabocas y megáfonos en mano, ordenando a los usuarios a abandonar la cola para surtirse de combustible; y les anuncian que sólo se está suministrando gasolina a funcionarios de seguridad, salud y personal de emergencia.

Una fuente consultada de PDVSA aseguró “extraoficialmente” que la medida de restricción se ha extendido a todo el país; aunque en Caracas, algunas estaciones de servicio estuvieron surtiendo combustible durante algunas horas hasta el día sábado. Incluso la restricción afecta a empleados públicos. Los altos funcionarios de PDVSA deben acudir al suministro interno de la estatal.

Prácticamente la industria petrolera tiene paralizada la flota externa de la que ha dependido para la importación de insumos en el procesamiento del combustible. Solo se encuentra operativa la Planta de El Palito, en el estado Carabobo, con muy baja producción mientras que la refinería ubicada en Puerto La Cruz, en la región nororiental, está totalmente paralizada según reportes extraoficiales, la cual, hasta 2017, según anuncio de PDVSA procesaba 170 mil barriles diarios de crudo.

Esta situación del circuito refinador venezolano no es nueva; ya que por falta de mantenimiento, insumos y de personal especializado, se fueron creando las condiciones para el colapso actual de las plantas. Ello se reflejó en los dos últimos años con los numerosos accidentes y fallas de sus instalaciones.

Puerto La Cruz ya reportaba fallas desde finales de 2019 y algunos dirigentes sindicales ya advertían que las fallas de distribución de gasolina para la región oriental “podrían ser permanentes” sino se corregían algunos aspectos fundamentales.

Para el secretario general de la FUTPV, José Bodas, primero fue la paralización de la Refinería de Puerto La Cruz, la cual, denunció, estaba fuera de servicio desde hacía más de dos años. “Está paralizada por la falta de inversión y mantenimiento. Hay problemas con muchos equipos, turbinas, bombas, compresores, calderas y hornos. Estos también se está viviendo en la Refinería El Palito. Es por ello que se está recurriendo a la importación porque la planta DA-1 (Destiladora Atmosférica Uno) de la Refinería de Puerto La Cruz, la cual producía 77 mil barriles de gasolina diarios, ya no se produce nada. Se dice que para reactivar la refinería y ponerla a tono se requieren entre 800 mil millones de dólares. Si no se activa la planta, cada vez que haya fallas en la importación habrá problemas con la gasolina”, explicó al periódico regional El Tiempo.

En segundo lugar, Bodas señaló que el contrabando de combustible, que fue denunciado por diferentes dirigentes durante 2019, es otro de los problemas que deben ser corregidos este año para que no se vea afectado el abastecimiento de gasolina. “Se habla de que hay pérdidas de hasta 12 millones de dólares diarios por tráfico de combustible y advirtió que si en 2020 el Estado no busca solución a estos dos aspectos entonces será imposible mejorar el suministro de gasolina”.

Otro factor señalado por el secretario ejecutivo de la FUTPV, Eudis Girot, fue el tema del presunto robo de combustible que considera un flagelo que se viene arrastrando desde hace varios años; pero que no se notaba gracias a que las refinerías del país estaban activas y en óptimas condiciones.

“En terminales de embarque de crudo del país se roban gasolina, diesel, petróleo, es un tema de vieja data. La diferencia con lo vivido hoy es que en el pasado había producción y el robo de gasolina no era tan escandaloso. El problema ahora es que no se produce y la gasolina importada sigue siendo robada en los terminales de embarque. Un caso notable fue la detención, en 2015, del buque tanque Zoul Zoul, bajo la gestión, en la Refinería Puerto La Cruz, de Fernando Padrón, quien constituyó un cartel de tráfico de combustible internacional. Ese caso quedó en el olvido. Para frenar el tráfico de combustible, el Estado debe intervenir todos los terminales de embarque del país”, dijo Girot a El Tiempo.

Sobre el robo de combustible, como lo refirió Bodas, no sólo es el que se ha conocido en las regiones fronterizas; sino que tendría sus orígenes en los propias plantas y centros de distribución. Uno de esos ejemplos fue el reciente caso del tanquero Negra Hipólita que descubrieron haciendo trasiego ilegal de combustible en alta mar.

La Comisión Presidencial “Alí Rodríguez Araque”, que dirige una intervención de PDVSA decretada por Nicolás Maduro, informó que el viernes 6 de marzo fue capturado Oswaldo Vargas, presidente de la filial PDV Marina, encargada del transporte marítimo y fluvial de hidrocarburos; así como la aprehensión de toda la tripulación del buque tanquero Negra Hipólita, por estar vinculados con presuntas operaciones de contrabando de combustible.

Mediante un comunicado oficial difundido por la Agencia Venezolana de Noticias (AVN) la mencionada comisión presidencial precisó además que “los detenidos tienen el agravante de que usaban las embarcaciones propiedad del Estado venezolano para sus propósitos criminales”.

Crisis en El Palito

Para finales de febrero se reportaba que la refinería tenía paralizada las áreas clave como crudo, vacío, oxigenado y azufre. La razón: falta de mantenimiento e inversión.

Esta planta que llegó a producir 150 mil barriles diarios; para esa fecha apenas llegaba a 45 mil barriles diarios para el consumo nacional. Eso es apenas el 20% de la demanda de gasolina que requieren al menos los 10 estados a los que surtía esa estación; aproximadamente 45% del país.

El caso de esta planta también registra causas como falta de mantenimiento, ineficiencia y politización de la empresa con sobrecarga laboral por razones políticas. Según los reportes, el complejo operó de manera eficiente con mil 200 trabajadores antes de la llegada de la revolución y ahora llegó a tener 5 mil trabajadores. Pero con la crisis económica y la merma de la capacidad adquisitiva de los sueldos en bolívares y la pérdida de beneficios, se redujo a 1.800 trabajadores.

Los datos aportados por expertos y dirigentes sindicales refieren que en conjunto, el Centro de Refinación Paraguaná (conformado por Amuay, Cardón y Bajo Grande), el Complejo Petroquímico de Jose, la Refinería El Palito y la Refinería San Roque están operando a menos de un tercio de su capacidad instalada.

Las sanciones

Otra incidencia importante han sido las sanciones de Estados Unidos que limitan la importación tanto de insumos como de combustible. La importación de combustible para compensar la falta de producción nacional se convirtió en un mecanismo indispensable para el mercado venezolano a partir de 2017.

Antes de las sanciones aplicadas por Estados Unidos a partir de febrero de 2019, PDVSA importó de Estados Unidos 121 mil barriles diarios de combustible. La cifras fueron cifras certificadas por la Oficina de Información de Energía de EEUU. Antes de esa fecha Venezuela era el tercer suplidor del mercado de crudos del mercado estadounidense.

Los datos evidencian que antes de las sanciones PDVSA se había visto obligada a importar combustible para abastecer el mercado nacional. Un hecho sin precedentes para un país que fue uno de los grandes productores mundiales. Extraoficialmente se asegura que la producción venezolana actual escasamente estaría llegando a 500 mil barriles diarios. El precio cerró en $19,53 este viernes según el Ministerio de Petróleo. Esto último por la crisis de exportaciones y precios generada por Arabia Saudita y Rusia; a la que se agrega la paralización económica mundial por el coronavirus.

Pero las sanciones han profundizado la crisis de abastecimiento. La visita de Donald Trump a finales de febrero a la India, en su encuentro con el primer ministro de ese país, Narendra Modi, a la par de tocar los temas bilaterales y la crisis por los aranceles, se abordó el tema de las sanciones a PDVSA.

Allí se llegaron a acuerdos para que las empresas de la India dejaran de prestar servicios de envío de insumos a PDVSA. En tal sentido, Reliance Industries, la principal refinería de India, no ha solicitado nuevas peticiones de envío de crudo a la petrolera venezolana para el próximo mes de abril.

Igualmente Nayara Energy, con la composición accionaria de Rosneft (49.13%) Trafigura Group and United Capital Partners (49.13%), donde la rusa igualmente fue sancionada, ha manifestado que no podrá procesar más petróleo venezolano.

Trump advirtió luego de la visita de Juan Guaidó a EEUU que vendrían sanciones más severas contra las empresas que hacen negocios con Maduro.

De manera que el escenario para Venezuela se agrava en temas del transporte, producción y distribución de alimentos por la falta de combustible; al igual que la grave caída de ingresos para el país. Sin una política de acuerdos y alianzas con los sectores políticos adversos y productores privados, Nicolás Maduro no podrá mantener por mucho tiempo las condiciones actuales de la población. No sólo requiere de la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI); sino que debe hacer un viraje de 180 grados en sus políticas internas.

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