Economía

Rodrigo Rato, del FMI al banquillo de los acusados

La caída en desgracia de Rodrigo Rato, ex baluarte de la derecha española y director del FMI durante tres años, quedó simbólicamente sellada este lunes con su entrada en los tribunales para ser juzgado por desvío de fondos en su época de banquero.

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Foto: AP /Andres Kudacki / Archivo

Rato afronta hasta comienzos de diciembre, un macrojuicio junto con otros 64 acusados por cubrir gastos personales con tarjetas opacas de las entidades que dirigió de 2010 a 2012, Caja Madrid y Bankia.

La Audiencia Nacional, máxima instancia penal española, le pedirá explicaciones a Rato por haber dirigido un «sistema corrupto», con el que los acusados habrían desviado en beneficio propio 12 millones de euros para gastárselo en viajes, artículos de lujo y fiestas.

El juicio abierto este lunes por «apropiación indebida» no es el único caso que afronta Rato, ministro de Economía y vicepresidente de José María Aznar entre 1996 y 2004.

También se le investiga por el presunto fraude cometido con la salida a bolsa de Bankia en 2011.

El lanzamiento fue un fiasco, y la costosa nacionalización de la entidad forzó un rescate europeo del sector bancario español, que vino aparejado de más medidas de rigor en plena crisis económica en España.

Igualmente, se le investiga en un tercer caso por presunto blanqueo de dinero en la compra de un hotel en Berlín.

Lejos quedan los tiempos en que Rato, de 67 años, era una estrella del conservador Partido Popular (PP) y aspirante a suceder a José María Aznar.

A raíz de los escándalos, Rato fue expulsado del PP, y desde hace años es blanco de los insultos de miles de ahorristas que perdieron casi todo lo que tenían invirtiendo en productos tóxicos recomendados por Bankia y Caja Madrid.

– Sucesor natural –

Bisnieto de ministro y descendiente de industriales del norte de España nacido el 18 de marzo de 1949 en Madrid, hubo un tiempo en que la carrera política de Rato parecía apuntar a lo más alto.

Considerado por Aznar como su sucesor natural para las elecciones generales de 2004, habría rechazado la oferta en dos ocasiones, según las memorias del ex presidente conservador, antes de aceptar demasiado tarde: Mariano Rajoy, actual presidente del gobierno en funciones, había sido elegido.

Lejos de firmar el fin de su carrera política, las dudas de Rato lo propulsaron al Fondo Monetario Internacional. Se convirtió así en el primer español en dirigir la organización multilateral con sede en Washington en 2004, justo cuando su rival perdía las elecciones en España.

Al finalizar su mandato antes de lo previsto tres años más tarde «por razones personales», empezaron a surgir los rumores: el héroe de la derecha liberal volvía para tomar las riendas del partido.

Sin embargo, pese a una nueva derrota en 2008, Rajoy logró conservar la dirección del PP. Dos años más tarde, como premio de consolación, Rato fue nombrado presidente de Caja Madrid, y luego de Bankia en 2010 tras su fusión con otras seis cajas de ahorros.

La euforia que sintió cuando Bankia entró en bolsa en 2011 no duró demasiado.

Un año después, el naufragio histórico del banco, nacionalizado en mayo de 2012, llevó a España a pedir un rescate europeo para su sector financiero y aceleró la caída de Rato.

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