«La extracción de crudo aumentará en el marco de los acuerdos de Doha. Oscilará entre las 536 y las 540 millones de toneladas», dijo hoy el viceministro de Energía, Alexéi Teksler, a medios locales.
El funcionario explicó que esas cifras representarán un ligero aumento en relación con los volúmenes de 2015, cuando se extrajeron 534,2 millones de toneladas de petróleo.
Rusia mantiene su compromiso de mantener durante todo el año los niveles de extracción de enero, cuando aumentó 1,5% con respecto a 2015, para lo que mantiene «un control diario» sobre la producción de los diferentes yacimientos del país.
En cuanto a la exportación, pronosticó un alza de 3,5%, ya que todo el petróleo que no sea refinado será enviado al exterior.
Rusia se comprometió a congelar la extracción, pero con la condición de que ese paso sea secundado por el resto de exportadores de petróleo, aunque se mostró dispuesto a hacer una excepción con Irán, que ha regresado recientemente al mercado tras el levantamiento de las sanciones internacionales.
Precisamente, esta semana se confirmó que la propuesta de congelación será abordada por los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), además de otros países productores, como Rusia, el próximo 17 de abril en Doha.