Energía y Petróleo

Sanciones obligan a Pdvsa a mover el petróleo por vías clandestinas para cumplir con Cuba

Uno de los puntos prioritarios para Venezuela es el envío de petróleo a Cuba, para lo cual ha habido trasbordos de crudo, cambios de denominación de los buques y la utilización de nuevas firmas fantasmas registradas en terceros países.

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Pdvsa
Foto: EFE

Hasta Cuba ha tenido que pedir auxilio a Rusia, su más importante aliado, para que el petróleo venezolano llegue a sus puertos. A pesar de las sanciones, en el último mes se ha registrado un aumento del envío de petróleo a Cuba, una medida desesperada tomada por Nicolás Maduro para aliviar la crisis de combustible que vive la isla, como consecuencia de la crisis económica generada desde Venezuela y la drástica reducción de la producción de Petróleo registrada en los últimos años.

Es un escenario que sólo se puede entender en el contexto de un régimen como el que encabeza Nicolás Maduro, quien en su rol de aliado del grupo de países enfrentados a las democracias occidentales, entiende que es más importante enviar crudo y combustible a Cuba que abastecer su propio país, donde en la mayoría de las regiones se requieren varias horas y hasta días para llenar el vehículo de gasolina.

Según la agencia de noticias Reuters, dos embarcaciones zarparon la semana pasada desde los puertos de Pdvsa y al menos otros nueve hacen fila para cargar crudo y combustibles con destino a Cuba, según los datos y las fuentes consultadas por la agencia. En lo que va de septiembre, la estatal venezolana ha exportado 119.000 barriles por día (bpd) de crudo y combustible a Cuba frente a 70.000 bpd enviados en agosto, mostraron los datos de Eikon.

Ante la solicitud de ayuda para custodiar con buques militares los envíos de petróleo a Cuba que provienen de Venezuela, pedida por Cuba a Rusia, la respuesta provino del primer ministro de Rusia, Dmitri Medédev, quien respondió desde un programa de TV: “Creo que encontraremos otros métodos para ayudar a Cuba a recibir petróleo y sus derivados”.

En enero de 2019, la Orden Ejecutiva 13.850 de Donald Trump incluyó prohibiciones de suministro de diluyentes, lo que precipitó la caída de exportaciones petroleras y desestimuló la fiebre importadora del gobierno chavista. En los últimos meses, las restricciones se han enfocado en prohibiciones a empresas navieras que transporten crudo venezolano, “para evitar que Nicolás Maduro y sus secuaces se sigan enriqueciendo a costa del muy sufrido pueblo venezolano”.

“Venezuela fue un gran exportador que llegó a producir 1.300.000 barriles diarios de gasolina gracias a su circuito de refinación, que disponía de plantas de craqueo catalítico con la que se convierte el crudo pesado en productos livianos. En la actualidad, con esfuerzo, se mantienen operativas dos refinerías al 10% de su capacidad. Pero en la medida de que fueron viniéndose a pique tuvieron que importar primero aditivos que antes producíamos aquí; y luego a importar gasolina desde Estados Unidos, Rusia, Nigeria y de otros países que no tienen las mismas características que necesitamos”, explicó el economista y experto petrolero José Toro Hardy.

Desmantelamiento de la flota

A la crisis interna de disminución de niveles de producción se le suma el desmantelamiento progresivo de la flota que hace posible la comercialización del crudo venezolano. En mayo de este año Reuters informó que la empresa naviera alemana Bernhard Schulte Shipmanagement (BSM) había emprendido acciones para detener legalmente tres tanqueros de Pdvsa con el fin de iniciar el cobro de una deuda acumulada por servicios prestados a la estatal venezolana.

BSM operaba 13 de 21 tanqueros que posee Pdvsa y los dos VLCC Very Large Crude Carrier (VLCC) que son propiedad conjunta de la estatal venezolana y PetroChina. Desde marzo, BSM retiró gradualmente tripulación de los petroleros para reducir su exposición con Venezuela y luego devolvió a Pdvsa cuatro buques y otros nueve a fines de junio, a pesar de una relación comercial de 25 años.

BSM, a través de sus abogados Gurbani and Co., informó que “debido a los sustanciales honorarios adeudados por parte de los propietarios, hemos introducido arrestos sobre tres de los tanqueros: “Arita” en abril en Singapur; y “Parnaso” y “Río Arauca”, ambos en Portugal”. La deuda de PDV Marina con BSM a fines de 2018 ascendía a por lo menos 15 millones de dólares, según Reuters.

El arresto se refiere a la acción judicial de prevenir que un barco navegue o comercialice su carga mientras se resuelve una disputa judicial. En el caso del Parnaso y Río Arauca , ambosestaban anclados en aguas portuguesas debido a disputas de la filial PDV Marina con las compañías de servicios marítimos y proveedores de combustibles, así como la Autoridad Portuaria de Lisboa.

En marzo, McQuilling Partners, prestador de servicios de buques petroleros con sede en Estados Unidos, finalizó un contrato para proporcionar cuatro tanqueros a Pdvsa debido a las sanciones.

Pdvsa inició el cierre de la contratación con BSM en junio debido a las trabas que enfrenta cualquier venta o exportación suya ante las sanciones europeas. Próximamente estas tareas pasarán a manos de la empresa venezolana Blue Oceanic Services cuyos contratos ya estarían listos para colocar tripulación y suministrar alimentos y provisiones a tanqueros, dijo una fuente con conocimiento de las negociaciones.

Blue Oceanice Services fue creada en 2018 y tiene su sede en Punto Fijo, estado Falcón, según su web.

Cargueros fantasmas

Los periodistas Lucia Kassai y Ben Bartenstein, de Bloomberg, explicaron en un trabajo que está resultando más difícil de lo que esperaba para Estados Unidos detener el flujo de petróleo venezolano a su aliada Cuba, ya que se han detectado operaciones de cargueros fantasmas que se desconectan de la localización satelital para que no los detecten mientras salen de Venezuela hacia la isla antillana y otros destinos.

Igualmente, por las cercanías de Bonaire se trasvasa a otros barcos o depósitos el combustible de Venezuela para burlar las sanciones. Existen más de 4.500 buques petroleros en operación a nivel mundial, por lo que hay muchos interesados en entrar en este negocio. Además, se han creado muchas empresas con apoyo de los denominados «boliburgueses» con el fin de ayudar a eludir los controles de Estados Unidos y la Unión Europea.

Los buques petroleros venezolanos están siendo renombrados y los buques están apagando sus sistemas de comunicación satelital y monitoreo para evitar el rastreo del gobierno de los Estados Unidos, precisaron Kassai y Bartenstein.

La embarcación “Ocean Elegance”, que ha estado entregando crudo venezolano a Cuba durante los últimos tres años, pasó a llamarse “Océano” luego de ser sancionada en mayo. El barco “S-Trotter”, otro que está en la lista de sanciones, ahora se conoce como “Tropic Sea”, según datos compilados por Bloomberg.

El buque tanque “Nedas”, luego de ser sancionado en abril, realizó una entrega de incógnito a Cuba y apagó su sistema de rastreo satelital. No se contabilizó su presencia durante 42 días, pero los informes de envío sí se confirmaron. Después de la entrega fantasmal, pasó a llamarse “Esperanza”.

Nuevas sanciones

Recientemente, el Departamento del Tesoro sancionó a Cubametales, el importador estatal de petróleo y metales, porque la compañía con sede en La Habana está importando crudo venezolano y Cuba. A cambio, «continúa brindando apoyo, incluida la asistencia de defensa, inteligencia y seguridad, al régimen ilegítimo del ex presidente Nicolás Maduro «, dijo en un comunicado.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso recientemente nuevas sanciones a cuatro navieras y embarcaciones que transportan petróleo venezolano a Cuba, una medida adicional a las acciones aplicadas a principios de este año para detener el flujo de petróleo a la isla.

Cuba importa crudo venezolano para sus refinerías y fuel oil para operar sus centrales eléctricas y generar electricidad. El suministro de petróleo venezolano se acordó en un apretón de manos entre los ex presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro y luego en un contrato. Los envíos a Cuba alcanzaron un máximo de 103.000 barriles diarios en 2009 y han ido disminuyendo con los años. Los volúmenes cayeron a 35.177 barriles diarios en el primer trimestre de este año según datos compilados por Bloomberg.

Cuba también proporciona agentes que protegen a Maduro y suministran servicios de inteligencia. Aunque el portal armando.info sitúa la cifra en 50 mil barriles diarios con las maniobras que realizan ambos países para eludir las sanciones en tiempos de sanciones internacionales y penurias económicas. Existen rumores de que los pagos son en efectivo y en euros.

El régimen de La Habana depende en gran medida del petróleo venezolano, que representa 95% de todas las exportaciones del país sudamericano. Mientras que Venezuela redujo los suministros a casi todos sus aliados en el Caribe, Cuba continúa recibiendo al menos tres cargamentos de petróleo por mes, según Bloomberg.

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