La empresa, de origen japonés, asegura que las ventas al exterior no afectarán la distribución de vehículos en el país dado que la demanda interna está fuertemente afectada por la contracción de la economía.
Pese a que la producción de este año será más que reducida, Toyota de Venezuela cifra parte de sus esperanzas para mantener la operatividad de su planta de Cumaná, Sucre, en la exportación de algunas unidades. Ello permitirá tener un pequeño pero significativo flujo de dólares que podrá utilizar para la compra de nuevo material para las actividades de producción.
Así lo señaló a El Estímulo Wilfredo Valdivia, gerente de Relaciones Institucionales de Toyota de Venezuela, quien precisó que las proyecciones para este año están alrededor de las 150 unidades mensuales de los modelos Corolla (familiar), Fortuner (SUV) y Hilux (pick-up).
Como estaba previsto, la planta arrancó producción el pasado 2 de agosto luego de permanecer más de siete meses paralizada por falta de material. La reapertura se alcanzó luego que en junio pasado Toyota firmara un acuerdo con el gobierno a través del cual importará material de ensamblaje con recursos propios aportados por los concesionarios, quienes podrán vender los modelos ensamblados en dólares más una suma en bolívares.
Explicó Valdivia que si bien serán tan solo unas 800 unidades las que se armarán en lo que resta del año, el acuerdo firmado con el gobierno prevé la exportación de cierta cantidad de vehículos como alternativa para captar divisas que permitan la compra de nuevo material de ensamblaje.
“En noviembre enviaremos las primeras cuatro unidades de la pick-up Hilux para realizar las pruebas en terreno”, dijo el vocero, quien acotó que se trata de una versión aun más básica de la pick up producida para el mercado local y que será comercializada como vehículo de trabajo para el sector petrolero y de minería. La exportaciones formales se iniciarán a principios de 2017.
Señaló igualmente que se trata de volúmenes muy pequeños (unas 50 unidades mensuales) que no afectará la distribución de la pick-up en el mercado doméstico, toda vez que la severa crisis que afecta al país no permitirá un aumento significativo de la demanda interna en los próximos meses.
“Esa cantidad de unidades exportadas no nos darán todas las divisas que requiere la operación nacional, pero ayuda a mantener las actividades de la planta”, dijo Valdivia, agregando que la empresa aun analiza la posibilidad de expandir la exportación hacia otros mercados andinos (Bolivia y Ecuador), y más remotamente hacia islas del Caribe, particularmente Cuba.
La exportación hacia Colombia permitirá a Toyota recuperar una actividad que se vio obligada a abandonar en 2008 tras la entrada en vigencia de la nueva política automotriz. Antes de ello, la firma llegó a colocar en ese mercado hasta 8.000 unidades anuales.
– Mercado restringido –
Con material suficiente para garantizar la producción hasta noviembre, Wilfredo Valdivia afirmó que en los próximos días arribarán al país los insumos necesarios para las actividades del último mes del año.
Al reconocer que los cálculos iniciales apuntaban a un número mayor de ventas en lo que resta de año, el vocero dijo que las cerca de 800 unidades que se ensamblarán este año serán suficientes para satisfacer la mermada demanda, tomando en cuenta que la oferta incluye los autos ensamblados por Ford Motor, empresa que desde el año pasado trabaja bajo el mismo esquema planteado por el gobierno para la reactivación del sector.
Recordó que de acuerdo con la normativa vigente, 60% de los dólares obtenidos por la venta de los autos será manejado por la empresa para la compra de materia prima, y el resto debe ser vendido al Banco Central Venezuela a la tasa Dicom.
El proceso de venta será contra pedido, lo que significa que el comprador debe aportar el 100% de la suma en dólares para apartar el vehículo, que será entregado cinco meses después y será entonces cuando se cancela el componente en bolívares que será calculado a tasa Dicom del día. Esta porción podrá ser financiada.
De la cantidad de autos ensamblados, 10% (unas 15 unidades al mes) corresponderá al Corolla llamado “familiar”, que será comercializado en bolívares, como parte del compromiso asumido por la empresa con el Ejecutivo. Estos vehículos solo se venderán a través del programa Venezuela Productiva Automotriz.
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