Financiero

¡Tranquilo! que eso se recupera

A la hora de invertir, regularmente el potencial inversor acude a asesores financieros para informarse de cuál es la mejor forma para invertir el dinero. Pero a veces es preferible hacer una búsqueda en Internet sobre las necesidades y contrastar con las recomendaciones de los especialistas.

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Por Marco Aurelio Rodríguez @MarcoaurelioRSU

Las inversiones en fondos de retiro, pensiones y productos similares han frustrado a muchas personas. La historia típica va más o menos así:

Cualquier persona que trabaje con capacidad para generar ahorros, se cansa en algún momento de los productos bancarios. Los rendimientos que ofrece casi toda la banca a nivel global son negativos una vez tomada en cuenta la inflación. Si hay algún banco que ofrezca más, posiblemente incurre en toda clase de riesgos peligrosos. Hay que tener cuidado.

Esa persona va a una casa de inversiones donde lo atiende un asesor financiero, quien determina con exactitud el perfil del inversionista. Todo esto es fundamentalmente un proceso de marketing porque todos queremos lo mismo: usar nuestros ahorros para ganar algo de dinero y así en algún momento usar esas ganancias para vivir mejor o ayudar a los más jóvenes. A nadie le gusta perder y a todos nos gusta ganar.

El asesor le presenta los fondos de inversión y retiro. Hay un universo infinito y complejo de inversiones. Nada que temer. Los analistas y expertos de la firma tienen tres soluciones sencillas que manejan por una módica comisión: portafolio conservador, moderado y dinámico; ajustados perfectamente al perfil de riesgo de cada persona.

Es cosa de un par de años para que esta persona vuelva a frustrarse. El que eligió el portafolio conservador terminó ganando menos que con el banco después de comisiones. Es una cartera segura en el sentido que pierde muy poco dinero cuando se toma en cuenta la inflación.

El portafolio moderado o agresivo posiblemente lo tuvo feliz por un par de trimestres, mientras reportó ganancias. Pero en algún momento el inversor ve con horror cómo esas ganancias pasan rápidamente a pérdidas.

Crisis del petróleo, de las puntocom, inmobiliaria, mercados emergentes, Grexit, Brexit, subida de tasas, etc. Estas son algunas de las excusas por las cuales estas inversiones cayeron. Al llamar al asesor financiero, no hay nada que temer: estas cosas pasan y tranquilo que eso se recupera.

En parte es cierto. Es probable que con mucho tiempo y comisiones estos portafolios se recuperen, pero si bien no se necesita el dinero inmediatamente, tampoco era la idea dejar un portafolio por cinco años con muy poco rendimiento y muchos dolores de cabeza.

Lo mejor es hacer uno mismo la tarea, buscar dentro de la vasta información que se consigue por Internet unas tres empresas de un sector que sea fácil de entender para cada quien, y comprar bonos o acciones de tales empresas, según se quiera renta fija o una inversión más dinámica. Por ejemplo, un médico probablemente pueda entender una inversión en farmacéuticas o biotecnológicas con relativa facilidad.

Igualmente los eventos “catastróficos” para las bolsas mencionados arriba ocurren con cierta frecuencia. Por lo tanto si hay una ganancia de digamos 10% en lo que va de año no hay que dudar en vender. Los precios no van a subir indefinidamente y siempre es bueno tener capital para recomprar cuando vuelvan a bajar o aprovechar otras oportunidades.

Lo cierto es que hay que escuchar con mucho escepticismo las recomendaciones de asesores que tienen intereses diferentes a los nuestros.

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