Economía

Venezuela "avanza" a segundo lugar en índice anual de miseria de Steve Hanke

En 2021 Venezuela experimentó una leve mejoría respecto a 2020 gracias a una menor inflación y a que el Producto Interno Bruto (PIB) creció por primera vez tras largos años de depresión sostenida. Pero sigue disputando el podio de la miseria con Cuba.

Miseria en Venezuela
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El economista Steve Hanke, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, acaba de publicar una nueva edición de su controversial Hanke´s Anual Missery Index (Índice Anual de Miseria) en el que esta vez Venezuela no ocupa el primero, sino el segundo lugar entre los países más miserables de la Tierra.

Al menos esta vez Venezuela es superada por Cuba, su país hermano en esto de sustentar gobiernos capaces de repartir  pobreza y miseria de manera generalizada entre sus respectivos pobladores.

«Cuba, con un dramático desplome en comparación con el año pasado, ostenta ahora el infame título de país más miserable de 2021», señala el estudio que contempla la situación en 156 países.

«Venezuela, otro caso perdido socialista, baja al segundo país más miserable del mundo tras seis años en la primera posición. Aunque la inflación bajó del 3.713% en 2020, su tasa del 686% sigue siendo la principal causa de la miseria de Venezuela», dice el enfoque sobre la situación actual.

Indicadores clave

«Sin embargo, a diferencia de Cuba, las tasas de desempleo y de préstamos bancarios de Venezuela, ambas las más altas de cualquiera de los 156 países del Índice este año, contribuyeron a su ubicación como el segundo país más miserable de 2021. Basta con echar un vistazo a su miserable aritmética», explica.

Los indicadores para este lugar son: Desempleo en 45,0%; Inflación en 686,4%; tasas activas para préstamos bancarios 53,0% y crecimiento del PIB real en 10,1% en 2021. Esto le arroja una puntuación de 774,3 en el índice compuesto.

El estudio de Hanke no deja claro las fuentes de estos indicadores, como por ejemplo los de desempleo.

Resulta que en general en Venezuela las fuentes oficiales esconden o escamotean información sobre el desempeño de la economía, básicamente porque exponer estos datos equivale a admitir públicamente el fracaso de la llamada revolución bolivariana, el proceso político que hundió a la economía venezolana a los últimos lugares (junto a Haití) de las economías más pobres de América.

Costo del dinero

Sobre las tasas de interés promedio de 53%, en efecto son divulgadas por el Banco Central de Venezuela. Pero ese costo del dinero tiene un impacto bajo en la economía real de la gente común, pues en el país no existe el crédito al consumo (por ejemplo en tarjetas de crédito), ni los hipotecarios, ni para compra de automóviles ni electrodomésticos.

Toda la cartera de créditos otorgados por los bancos púbicos y privados de Venezuela al cierre del 31 de enero pasado sumó apenas $287 millones, según los informes de la Superintendencia de Bancos, Sudeban.

Esa cifra es insignificante para un país con unos 26 millones de habitantes que en el pasado fue la cuarta economía de América Latina.

El 56% de ese volumen de crédito está concentrado en bancos del Estado, con casi 20% solamente en el Banco de Venezuela.

Hanke fue asesor de económico del expresidente Rafael Caldera entre 1995 y 1996.

En esa época el gobierno estudiaba implementar en el país una caja de conversión, mecanismo monetario para enfrentar la inflación del cual Hanke es experto.

Nota del autor

¿Qué es y cómo debemos concebir el bienestar del hombre? La condición humana se encuentra en un amplio espectro entre «miserable» y «feliz». En el ámbito económico, la miseria tiende a derivarse de la alta inflación, los elevados costes de los préstamos y el desempleo. La forma segura de mitigar esa miseria es el crecimiento económico, señala Hanke.

«Mi versión del índice de miseria es la suma de las tasas de desempleo, inflación y préstamos bancarios al final del año, menos la variación porcentual anual del PIB real per cápita. Los valores más altos de los tres primeros elementos son «malos» y hacen que la gente se sienta más miserable. Estos «malos» se compensan con un «bueno» (el crecimiento del PIB real per cápita), que se resta de la suma de los malos para obtener la puntuación del IHHM», explica.

Cuba, hermano de miseria

«La puntuación del HAMI de Cuba se vio impulsada por una inflación del 1.221,8 por ciento anual. Ese nivel de inflación no es sorprendente, dada la devaluación del peso cubano en un 95% durante 2021. Las devaluaciones de la moneda conducen a un aumento de las tasas de inflación. De hecho, tras una devaluación, la inflación aumentará y también los costes de producción de bienes y servicios, incluidas las exportaciones, en el país que ha devaluado su moneda», señala Hanke en su estudio difundido por varios medios especializados, como National Review.

«La inflación se llevará cualquier beneficio competitivo a corto plazo que pudiera acompañar inicialmente a la devaluación. Esto es exactamente lo que ocurrió en Cuba. Por supuesto, no es tan miserable en Cuba si eres favorecido por el partido y recibes un préstamo, que llevará una tasa de interés real negativa de aproximadamente 1,219%2», aclara.

Los otros indicadores de Cuba son: Desempleo en 3,7%;  Tasa de préstamos bancarios en 2,3% y crecimiento real del PIB en 0,2% en 2021.

El tercero en el podio

«Sudán, una vez más, se mantiene como el tercer país más miserable del mundo en el HAMI 2021. El gran acontecimiento de este año en Sudán fue el golpe de Estado militar, inspirado, en parte, por la incapacidad del gobierno civil para frenar la inflación», recoge el estudio.

«Pero con Sudán todavía clasificado como el tercer país más miserable del mundo, está claro que la junta militar tampoco ha sido capaz de controlar la inflación. No hay más que ver la miserable aritmética de Sudán para 2021. De hecho, para repetirme, la única manera de aplastar la inflación de Sudán es instalar una junta monetaria, como la que tuvo Sudán entre 1957 y 1960, cuando la libra sudanesa estaba fijada a la libra esterlina británica».

Los indicadores de Sudán, un malogrado país africano, son: Desempleo de 17,4%, Inflación de 359,1%,  Tasa de préstamos bancarios 21,6% y  Crecimiento del PIB real en 0,9%.

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