Venezuela

En cinco ciudades del país no se ven más medios que los del Gobierno, según ONG

La crisis de los medios de comunicación en Venezuela es especialmente crítica en el interior del país. Más de la mitad de los periódicos en todo el territorio nacional ha dejado de circular y al menos cinco ciudades ya no disponen oferta informativa distinta a la gubernamental.

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Así lo denunció el director de la ONG Espacio Público, Carlos Correa, durante un conversatorio sobre el cierre de los medios de comunicación en Venezuela realizado el 2 de noviembre en el Centro Letonia de Caracas y que contó con la moderación de la periodista Milagros Socorro.
Correa precisó que desde 2013, han cerrado en nuestro país 65 estaciones de radio, 10 canales televisivos (incluyendo señales de cableoperadoras) y 70 periódicos, hasta el punto de que en la actualidad tan solo 62 medios impresos circulan en Venezuela.
El activista también explicó que hay 2.500 páginas de internet bloqueadas y que el gobierno tiene contratados a 500 “trolls” para atacar e influenciar en los portales digitales y las redes sociales.
Correa asimismo aseveró que los periodistas deben “construir alianzas entre sí y alianzas con la sociedad” como única posibilidad de reconstrucción real de la democracia venezolana, e insistió en la importancia de vencer el miedo.
En el evento también participo el periodista Alonso Moleiro, cuyo programa radial “Gente de Palabra”, que se transmitía por Unión Radio, fue recientemente sacado del aire por orden de Conatel tras hacer críticas a las pasadas elecciones presidenciales.
Moleiro aseguró que la medida de Conatel pretende “ser ejemplarizante para acallar a los medios” que mantengan una línea crítica con el gobierno. Asimismo, consideró que Venezuela “vive el momento más oscuro de su historia hasta donde alcanza la mirada” y que la administración de Nicolás Maduro ha establecido la posverdad como política de estado.
El comunicador criticó el hecho de que el país “empieza a perder la capacidad de indignarse” y afirmó que el deber del periodismo es “mantener a la sociedad en sus niveles naturales de alarma e indignación”.
Por su parte la periodista de RCTV Erika Corrales afirmó que en 2007, año en que se produjo el cierre de dicho canal, “surgió una nueva generación de venezolanos que no creían posible que cerraran un medio de comunicación”. A su juicio, para el fallecido mandatario Hugo Chávez no era concecible competir con un medio con tanta penetración como el canal de Quinta Crespo.
“¿Con qué se comía la hegemonía comunicacional? Callando medios”, aseveró Corrales, quien también refirió que los restantes canales televisivos empezaron a autocensurarse tras la salida del aire del canal de Bárcenas.
El conversatorio también contó con la presencia del director del portal digital La Patilla, David Morán, sobre quien pesa una prohibición de salida del país y régimen de presentación semanal ante los tribunales. A su juicio, Venezuela “es un país donde nada ocurre en vivo” y que la gestión del gobierno “no existe en la calle, sino a través de los medios”.
Morán afirmó que los medios digitales “hiperconectan a la gente con la realidad”, de ahí la voluntad del gobierno de hacerlos desaparecer. Asimismo, puntualizó que los medios privados en Venezuela “sobreviven gracias a Google” y que en un contexto de hiperinflación es imposible manejar un medio rentable a menos que se cuente con ingresos en moneda dura.
David Morán indicó que Venezuela se está somalizando, pues “el control del territorio lo efectúan bandas en pugna” y puso como ejemplo el Arco Minero o la Cota 905 en Caracas. También dijo que la censura en el país ha escalado, ya que “en la lógica del hegemón, el culpable es el medio” y refirió que Conatel sofisticó las modalidades de bloqueo y ataque a los servidores de las páginas web.
El evento concluyó con las palabras de la presidenta del Caracas Press Club, María Fernanda Flores, quien afirmó que pese a la crisis, el periodismo venezolano “no ha brillado tanto como en este momento“, en alusión a galardones internacionales de la talla del Premio Gabo 2018 concedido al portal Efecto Cocuyo.]]>

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