Venezuela

En peligro de muerte 400 pacientes renales en Táchira por apagones

En inminente riesgo de muerte se encuentran 400 pacientes renales en el estado Táchira, ante la imposibilidad de someterse al tratamiento de diálisis, debido a los prolongados y constantes cortes de electricidad que desde el pasado jueves 7 marzo se registran en todo el territorio nacional.

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La condición de los pacientes renales es crítica en este momento porque muchas de las unidades extra hospitalarias, no cuentan con plantas eléctricas, ni soporte técnico para solventar la crisis. Tenemos una data de 400 pacientes renales que ya suman más de cuatro días sin aplicarse el tratamiento porque las fluctuaciones de la energía eléctrica no han permitido poner operativas las áreas extra hospitalarias”, informó Luis Ramírez, presidente de la Corporación de Salud del Táchira.

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Un plan de contingencia de la mano de Protección Civil regional se trató de iniciar este lunes 11 para activar plantas eléctricas en las salas de diálisis privadas y poder tratar a los pacientes. Pero los esfuerzos resultaron infructuosos, pues la capacidad operativa de las plantas eléctricas no fue suficiente para encender las máquinas de hemodiálisis.

“Haremos planes de contingencia en horarios nocturnos en las unidades extra hospitalarias y en el hospital central de San Cristóbal para poder dializar al mayor número de pacientes que lo requieran”, precisó Ramírez.

La autoridad de salud en Táchira hizo un llamado a quienes dirigen la empresa eléctrica en la región para que establezcan e informen sobre planes de contingencia y tomen como prioridad el restablecimiento del servicio en las zonas de los servicios de salud, pues en el caso de los pacientes renales “con solo dos días que ellos dejen de dializarse ya se encuentran en peligro inminente de muerte”.

Está situación mantiene en alerta al personal de salud del primer centro asistencial del Táchira y uno de los más grandes del país.

El apoyo técnico y voluntario de la empresa privada, dijo el presidente de Corposalud, ha sido determinante a la hora de mantener operativas las plantas eléctricas del hospital central de San Cristóbal, durante las 51 horas que permaneció sin electricidad.

“Gracias al apoyo que nos ha brindado la empresa privada y los diferentes organismos de la gobernación del estado ya las plantas del hospital se encuentran operativas y listas para atender un nuevo suceso”.

El suministro de gasoil está siendo garantizado para atender la contingencia, agregó el médico.

En larga espera

Nancy Daza, permanecía al mediodía de este lunes 11, inmóvil en la oscura sala de espera de un centro médico privado, aguardaba a que se reactivará el servicio de diálisis que ya sumaba cinco días sin practicarse.

“Ya con hoy tengo cinco días sin dializarme, ruego a Dios que pueda hacerme hoy la terapia, ojalá funcione, si no, toca buscar una ayuda humanitaria en Colombia. Me veo obligada a pasar para allá porque temo por mi vida. Me he sentido muy mal todo el fin de semana, me afecta mucho porque la sangre se contamina”, comentó la tachirense de 44 años.

Mientras tanto, al otro lado de la ciudad, en el hospital central de San Cristóbal, Marisela Briceño es atendida de emergencia en la unidad de diálisis de ese centro de salud. No es el lugar que frecuenta con regularidad pero por la falla eléctrica el más grande centro de salud pública de la región atiende a pacientes provenientes de otras unidades de diálisis privadas.

“Me trajeron por la emergencia, siempre voy a otro lugar pero desde el jueves no me dializo. Ya no puedo caminar, me mareo, tengo retención de líquido y en general me siento mal. Debo hacerme la terapia día por medio y ya han pasado cuatro días desde la última vez”, narró la paciente conectada a la máquina del centro médico que ha redoblado los turnos de trabajo del personal para atender la emergencia.

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La crisis de las unidades de diálisis es un reflejo de la crisis que vive el país, aseguró Alirio Berbesi, paciente renal que lleva cinco días sin poder recibir el tratamiento.

“Si bien es cierto que nos asisten con medicamentos y atención médica, existen cosas elementales como el servicio eléctrico que debe estar garantizado y no lo está porque está unidad no cuenta con una planta eléctrica, algo básico con lo que se debería contar para sustituir el servicio”, de la red, dijo el paciente en un centro de salud privado.

Alirio debió haberse sometido a la terapia el pasado viernes, sin embargo esto fue imposible debido al apagón eléctrico nacional. Pese a asegurar que ha aguantado hasta ocho días sin terapia, este lunes se sentía agotado y con dificultades para respirar.

A la deriva

En un recorrido de El Estímulo en el hospital central de San Cristóbal, único centro asistencial publico operativo con las terapias de hemodiálisis, se pudo constatar el drama que padecen quiénes están sujetos a este tipo de tratamiento para preservar sus vidas.

De cinco centros o unidades de hemodiálisis extra hospitalarias que regularmente funcionan en el Táchira, solo tres de ellas cuenta con una planta generadora electrica, una por estar instalada dentro de los espacios de una clínica privada y la del hospital central. Los demás han tenido que suspender operaciones ante la imposibilidad de prestar el servicio por falta de luz, incluyendo la unidad de diálisis del hospital Patrocinio Peñuela Ruiz, del Seguro Social, lo que a dejado a la deriva a gran cantidad de pacientes.

“Ante la emergencia familiares de algunos pacientes desde el viernes pasado trataron de reactivar el servicio con plantas eléctricas que ellos mismos han traído pero no fue posible porque la capacidad del servicio supera a la generación eléctrica de la planta. Al fin el sábado, luego que llegó la luz pudimos atender hasta la medianoche a 22 pacientes que se dializar”, informó el coordinador médico de una unidad de hemodiálisis que pidió reserva de su nombre.

Al momento de visitar el centro de salud privada, no había energía eléctrica y se intentaba reactivar la atención a decenas de personas que se encontraban en sala de espera para recibir el tratamiento con una improvisada planta eléctrica.

“Hacemos un llamado urgente al gobierno nacional para que atienda está emergencia y dé prioridad en el suministro eléctrico a los centros de hemodiálisis porque los pacientes renales no pueden espera más de 50 horas para aplicar su tratamiento. Adquirir una planta eléctrica está sobre los 10.000 dólares y ese dinero no lo tenemos”, dijo esta fuente.

De 72 pacientes renales que asisten al centro de salud privada para la diálisis solo 22 habían logrado, desde el pasado sábado hasta la fecha, completar la terapia.

Al caer la tarde en la capital del Táchira nada había variado en relación al restablecimiento de energía eléctrica. Mientras en algunas zonas de la ciudad superaban las 12 horas sin luz, en las oscuras salas de espera los pacientes renales continuaban aferrados a Dios para poder cumplir con el tratamiento.

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