Venezuela

En Petare atienden pacientes con covid-19 en sus casas

Con la finalidad de descongestionar los hospitales, la alcaldía del municipio Sucre creó la Unidad de Respuesta Inmediata, para atender a los vecinos que llamen y soliciten atención

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Salliriz Machuca es una joven médico venezolana, de 31 años. Desde muy pequeña soñaba con ser galeno, ayudar a las personas y salvar vidas. Sus padres, Mercedes Flores y Juan Agustín Machuca, apoyaron sus sueños. Se graduó en la Universidad Rómulo Gallegos, en la población San Juan de Los Morros, en el estado Guárico, y hace cinco años ejerce su profesión en Caracas.

Con la llegada de la pandemia de la covid-19, como todos sus colegas, se dedicó a estudiar sobre este virus. Se mantiene atenta a las informaciones que se generan en el mundo entero y de las investigaciones científicas, a la vez que pone en práctica todas las medidas de prevención recomendada por las autoridades sanitarias, en su casa, en la calle y especialmente en los centros de salud donde trabaja.

Nunca se imaginó Salliriz que, un año después de la llegada de la covid-19 a Venezuela, se convertiría en la coordinadora de la primera Unidad de Respuestas Inmediata (URI), para atender a domicilio a los pacientes positivos, un servicio creado por la Alcaldía de Sucre.

La joven Salliriz explicó que, cuando le propusieron el proyecto, pensó que sería un nuevo reto personal y profesional, que le permitiría ofrecer sus conocimientos y ayudar a salvar vidas en estos momentos tan difíciles.

Petare

Según comenta, la idea del alcalde José Vicente Rangel Avalos es atender a quienes manifestaran síntomas de enfermedad y vivieran en lugares recónditos del municipio, como es el caso de varios barrios de Petare. De esta manera no necesitan trasladarse a los hospitales que, además de quedarles lejos, ya están al borde de su capacidad.

Desde el Pérez de León I

La sede de Unidad de Respuesta Inmediata se estableció en las instalaciones del Hospital Ana Francisca Pérez de León, mejor conocido como el Pérez de León I. Allí labora un contingente de 64 profesionales. El equipo está conformado por médicos, paramédicos, enfermeras, funcionarios de Protección Civil, bomberos e integrantes de las brigadas de desinfección anticovid-19.

“En esta unidad trabajamos por guardias y la atención se ofrece las 24 horas del día. Contamos con una central telefónica para recibir las llamadas de los pacientes. En 2 meses y medio de funcionamiento, hemos recibido más de 1.500 llamadas. También hemos atendido en consulta domiciliaria a unas mil personas. De ellas, 80 % ha presentado síntomas relacionados con covid-19”, señaló la doctora Machuca.

Dijo que el alcalde Rangel Ávalos se ha encargado de dotar a la unidad con todos los equipos y medicamentos necesarios para la atención de los pacientes.

“En la unidad contamos con dos motos y una ambulancia para el traslado del personal médico. A ellos se les entrega un maletín con aparatos, medicamentos y demás insumos para le evaluación del paciente. Según sus condiciones puede recibir tratamiento intravenoso, oral o ser trasladado hasta un centro de salud para su hospitalización y cuidados”, dijo la doctora.

Además de ser atendidos en sus hogares, los pacientes tienen otros beneficios como la entrega gratuita de medicamentos, la evaluación de todo el grupo familiar y el seguimiento médico.

“En nuestras jornadas de trabajo realizamos reuniones diarias para evaluar todos los procedimientos, especialmente el referido a las medidas de bioseguridad que deben cumplir los médicos. A ellos se les entregan sus trajes de protección, tapabocas, guantes y mascarillas. La brigada de desinfección los acompaña en sus visitas, que esterilizan la casa y los alrededores», expresó Machuca.

Satisfacciones y sacrificios

Salliriz Machuca señala que tanto ella como su equipo de trabajo han sentido la satisfacción de ayudar y de recibir el agradecimiento de los pacientes, junto a sus familiares. Sin embargo, su labor no está exenta de sacrificios.

“El más grande de los sacrificios es no poder ver frecuentemente a mi familia, especialmente a mi hijo, Jeison Alejandro, que ya tiene 10 años. Aunque hablamos todos los día por videollamada, me hace falta abrazarlo y atenderlo personalmente. Pero le hemos explicado las razones de mi ausencia en mi hogar, ubicado en el estado Aragua. Él comprende todo. Solo me pide que me cuide mucho, igual que mis padres”, señaló Machuca.

Ruega a Dios que pronto se termine la pandemia para poder compartir, junto a sus seres queridos, «un buen plato de arroz chino, acompañado por un refresco bien frío», mientras escucha la música de Ricardo Arjona, su cantante preferido.

Un trabajo retador

El Estímulo visitó los los espacios en donde funciona la URI en el Pérez de León I. El espacio se encuentra equipado con cuatro literas, una central telefónica, un par de escritorios y una mesa redonda que sirve para comer y reunirse.

En un estante se guardan los tratamientos de los pacientes, mascarillas, tapabocas, guantes, gorros y las bragas de bioseguridad. Una imagen del beato venezolano doctor José Gregorio Hernández, acompañada del salmo 91, se observan en las puertas del armario.

Marlui Díaz es enfermera. Tiene 32 años, es casada y madre de dos niños. La encontramos revisando el contenido del maletín, que llevan a las consultas domiciliarias.

“Este es un trabajo complejo. Nunca había trabajado en una unidad como esta. Cumplimos a cabalidad con todas las medidas de bioseguridad al momento de atender un paciente. Me ha tocado ir a muchos barrios. Cuando nos ven llegar en la ambulancia o las motos, vestidos de blanco, atendiendo un llamado de algún enfermo, mucha gente se asusta, pues somos alerta de algún caso positivo en la zona”, dice Díaz.

En los casos atendidos durante el día, regularmente se trasladan en las motos. En las noches y madrugadas utilizan preferiblemente la ambulancia por seguridad del personal.

Indica que en sus visitas a las comunidades populares, ha observado que la gente ha bajado la guardia en los procesos de prevención. No usan el tapaboca, no respetan el distanciamiento social y hay aglomeraciones de personas.

Los pacientes atendidos son muchos adultos mayores, pero también jóvenes. Esto indica que el virus ataca por igual a todas las personas, con mayor riesgos a las que presentan una enfermedad de base.

“En la medida que la gente no colabore, que no respeten las normas de seguridad, no se van a detener los contagios. Hay que seguir dando la lucha al virus”, dijo Díaz.

Reinaldo Vásquez tiene 28 años de edad. Es médico, graduado hace dos años y es uno de los responsables de realizar las visitas a domicilio.

“Me parece una buena propuesta de servicio que ha logrado bajar el índice de personas con síntomas leves, que visitaban los hospitales. Dos meses y medio después de la creación de la unidad, la gente se sigue asombrando que de verdad llegamos a las comunidades. Nos reciben con muchos respeto y agradecen la atención”, dijo Vásquez.

José Brito es otro de los médicos que labora en el servicio. Tiene 35 años.

“Muchos pacientes nos señalan que su gran miedo de visitar un hospital, al presentar síntomas relacionados con covid-19, es que los dejen recluidos, aislados, sin la oportunidad de tener contacto con sus familiares. Por esto, el servicio de atención domiciliaria tiene tan buena aceptación. Ya que colocamos el tratamiento y diariamente nos mantenemos en contacto para conocer la evolución”, señaló Brito

Experiencia modelo

Enrique García y Daniel Brus, representantes de la organización médica humanitaria internacional Médicos sin Fronteras, acompañados por el director de Salud del municipio Sucre, Carlos García, visitaron la sede de la URI.

Indicaron que la calidad humana del personal médico y paramédico, que labora en el servicio, es excelente y que además son jóvenes profesionales en ofrecer una atención de calidad.

Señalaron que diariamente, a través de Médicos sin Fronteras, se estudian los casos de buenas experiencias.

Otra unidad para Mariche

Por su parte, el alcalde del municipio Sucre, José Vicente Rangel Ávalos, indicó a El Estímulo que, tomando en cuenta los buenos resultados que se han obtenido, se preparan para activar una nueva unidad de atención inmediata para los casos de covid-19 en la zona de Mariche, para atender a los vecinos de las parroquias foráneas.

“Nuestras estadísticas señalan que son los vecinos de Petare, en los barrios José Félix Rivas y 5 de Julio, seguido de La Urbina, La California y Los Dos Caminos, son las zonas de donde se han recibo la mayor cantidad de llamadas para la atención domiciliaria, cuyo principal objetivo descongestionar los hospitales y que solo sean allí remitidos los casos de pacientes con covid-19″, dijo Rangel Ávalos.

Según afirma, desde el inicio de la pandemia, se han activado en Sucre una serie de acciones para disminuir los contagios. «Conformamos las brigadas de desinfección, organizamos las visitas casa a casa de médicos venezolanos y cubanos, para detectar los posibles casos positivos e incentivamos las campañas de concientización”, señaló.

Así mismo informó que, con el apoyo de los funcionarios de Polisucre, se mantiene constantes operativos de seguridad para vigilar que los comerciantes, choferes y ciudadanos en general, cumplan las disposiciones sanitarias. También atienden las denuncias sobre aglomeración de personas y fiestas clandestinas.

Los habitantes del municipio Sucre, que requieran ser atendidos pueden comunicarse a través del teléfono (o212) 256.6853.

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