En República Dominicana las caras hablaban por sí solas

Eran las 11:00 AM cuando llegaron ambas delegaciones al Ministerio de Relaciones Exteriores de República Dominicana. Parte de  la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), encabezados por Julio Borges y los enviados del presidente Nicolás Maduro, liderados por Jorge Rodríguez. Descendieron de los autos y sólo el exalcade del Municipio Libertador dijo algo: espero que ninguna de las dos partes se levante de la mesa sin lograr un acuerdo.

A las 12:30 PM comenzó la reunión. Esta vez no en el Salón de los Espejos, donde se realizó el primer encuentro el pasado 1 y 2 de diciembre, sino que se sentaron en el Centro de Convenciones de la Cancillería, otra vez con la presencia del presidente dominicano Danilo Medina, su ministro de Exteriores, Víctor Vargas y los cancilleres de México, Chile, Nicaragua, Bolivia, así como el ministro de Finanzas de San Vicente y Las Granadinas.
Al parecer, todo empezó de buena manera. Los anfitriones colocaron sobre la mesa el borrador de lo que se discutió en la reunión anterior y sus recomendaciones. Después que había transcurrido hora y media de reunión en Santo Domingo, hubo un par de temas que incomodaron a los representantes del Gobierno. Trascendió que uno de los puntos de honor para el gobierno, la Asamblea Nacional Constituyente, trancó el juego.
Después de esto, los ánimos se caldearon. Llegó la hora de comer algo y cada quien almorzó por su lado. No se retomó la sesión y Jorge Rodríguez y compañía se fueron a la embajada de Venezuela en Santo Domingo. O las instrucciones de Miraflores no estaban tan claras, o lo que se discutió en la Cancillería varió los planes que traía el gobierno desde Caracas. Fueron a consultar con el presidente Nicolás Maduro qué hacer delante de la comunidad internacional.

A todas estas, en Venezuela, Diosdado Cabello decía que “en esa mesa de diálogo no iba a haber ningún acuerdo”.
Pasaban las horas, y en la sede de Exteriores de Dominicana se esperaba por el regreso de la delegación del Gobierno. El diputado opositor, Simón Calzadilla, caminaba por fuera del salón de convenciones y saludaba, mientras el resto de los miembros de la MUD permanecían dentro del lugar de la reunión. Aunque se conoció que habían avanzado, se esperaba que retomaran las conversaciones y la sesión se extendiera inclusive, hasta la madrugada.

También se supo que si la reunión se alargaba, el canciller chileno, Heraldo Muñoz, posiblemente se retiraría puesto que en su país este domingo habrá elecciones de segunda vuelta para elegir nuevo presidente.
Empezó un movimiento a verse en la Cancillería dominicana, pero después de algo de calma. Mientras tanto, una fuente del referido Ministerio dio el primer aviso, “yo creo que hoy no pasará nada”, afirmó, haciendo gestos con su cabeza que no daban muchas esperanzas.

Cerca de las 8:00 PM, el movimiento revelaba que se trataba de la delegación del Gobierno que regresaba al Centro de Convenciones. Se bajaron de los carros e ingresaron muy rápido a la sala de reuniones. El último en hacerlo fue Roy Chaderton, ataviado con un liqui-liqui negro. Los comunicadores sociales que estaban a la espera, vieron la llegada y regresaron a una sala de prensa que dispuso el ministerio para los periodistas, según el corresponsal de El Estímulo. Se creía que la sesión continuaría y más bien se tomaba precaución porque se manejaba la información de que “sería para rato”, como se dice.
Sentados ahí en la sala, con los pies quietos y las manos relajadas por fin, después del día algo agitado, entró un funcionario dominicano y gritó, “venimos”, y todos los periodistas se levantaron de golpe. El referido funcionario hizo un gesto con las manos, “con calma muchachos hay tiempo, van a hablar”. Sorprendidos por el desenlace, nos fuimos casi corriendo al salón de convenciones. El Gobierno llegó con alguna indicación de Miraflores que terminó con la reunión, pensamos.
Esperando que salieran a declarar, caminó cerca de la prensa un representante diplomático mexicano a quien se le preguntó casi susurrando, si habían buenas noticias, a lo que hizo un gesto con su boca al mirarnos diciendo que no.

Acto seguido, el presidente de República Dominicana, Danilo Medina, salió a declarar pero, antes de decir algo sobre lo sucedido, quiso dejar algo claro: quién hablara fuera de la vocería oficial no se consideraría una declaración oficial de la negociación, es decir, sólo Julio Borges y Jorge Rodríguez pueden hablar en nombre de la mesa de conversaciones. Posteriormente dijo, “se ha avanzado notablemente, son seis los temas que se están discutiendo. No podemos anunciar ninguno de los avances; el 11 de enero habrá una mesa de trabajo y el 12 nos volveremos a reunir”.
En el mismo tono, declararon los cancilleres de México, Luis Videgaray y Heraldo Muñoz, de Chile. “Hemos visto mucha seriedad. Es un proceso que tiene método”, dijo Videgaray. Por su parte, Muñoz indicó que “han negociado sinceramente en base al borrador de la reunión pasada, falta tiempo”.

Luego apareció Jorge Rodríguez con la sonrisa que lo caracteriza, gane o pierda, manifestando su felicidad por la reunión. “La política debe ser la moneda con la que dirimamos nuestras diferencias, nunca más la violencia”, aseveró antes de marcharse.
Finalizó el encuentro, el diputado Luis Florido. En la oposición nadie sonreía. La cara de Manuel Rosales hablaba sola. No había ni un gesto diferente en ninguno. Florido manifestó, “el clima ha sido positivo, hemos avanzado en algunos temas. Queremos un acuerdo que se cumpla y sea verificable”, señaló.

La representación del Gobierno nacional de Venezuela, pareciera haber acabado abruptamente con la reunión. Llegó de consultar a Nicolás Maduro y se acabó la negociación por este 15 de diciembre. Se volverán a ver las caras el 11 y 12 de enero de 2018, mientras tanto, los venezolanos que necesitan las medicinas con carácter de urgencia, deberán seguir a la espera de una ayuda humanitaria.]]>