Venezuela

En Táchira dos diestros del toreo realzan la fiesta brava

La temporada taurina en Táchira transcurre con un amplio cartel de corridas, a pesar de las declaraciones del fiscal general, Tarek William Saab, que advertían de la suspensión de la llamada fiesta brava. Pero un nuevo fallo permitió que la tradicional reunión se llevara a cabo, mientras los antitaurinos insisten en llamar a esta práctica "tortura"

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Toreros

“El @MinpublicoVE basados en la #Constitución solicita en #Táchira MEDIDA PRECAUTELATIVA a favor de las especies conocidas como toros d lidia y en pro d las personas con alguna #discapacidad (ACONDROPLASIA) usadas al estilo d los “circos romanos” para el escarnio público”, señalaba en un primer mensaje de Twitter, el fiscal general de la nación, Tarek William Saab.

En el segundo, de cuatro en total publicados el 20 de enero, expresaba que, con la medida de suspensión de las corridas de toros, se buscaba conservar la integridad física de los toros de lidia y evitar el sacrificio del animal en el marco del llamado “espectáculo taurino”. También promovía la prohibición del ingreso de menores de edad y adolescentes a los espacios taurinos.

Días después de la petición emanada por el organismo público, a través de una boleta, el Tribunal de Primera Instancia en lo Penal, en función de Control 6 del Circuito Judicial Penal del estado Táchira, notificó al abogado Yoniel Contreras, presidente de la Plaza de Toros «Hugo Domingo Molina» de San Cristóbal, que decide declarar sin lugar las medidas precautelativas de materia ambiental, interpuesta por la fiscalía tercera del ministerio público del estado Táchira.

Muchos aplaudieron la decisión y otros la siguen condenando por considerar a la tauromaquia como un evento “pasado de moda”, en el que se tortura al animal de lidia. Pero al final, la temporada taurina inició el pasado 27 de enero con corridas de toros y se extenderá hasta el próximo sábado 29.

El Estimulo conversó con dos profesionales que conforman el cartel taurino de San Sebastián, el venezolano Jesús Enrique Colombo y el español José Garrido. Ambos relataron sus inicios en el mundo de la fiesta brava y explicaron por qué, desde el punto de vista del ejecutor, el toro de lidia es «un animal único» en el mundo y quien hace de las corridas «un espectáculo impregnado de arte, cultura y tradición».

El toreo: “la profesión más bonita”

José Enrique Colombo, de 24 años, es oriundo del estado Táchira y vive en España. Desde los siete años se inició en el mundo taurino. Su padre fue matador de toros y organizador de fiestas taurinas en los pueblos de Venezuela.

“Tuve la oportunidad de participar con mi papá en las ferias del país y eso me sirvió para crecer y, para empezar. Me sirvió mucho esa experiencia para mi carrera y despertó mi pasión por los toros”, explica Colombo.

Se inició en la escuela taurina Marcial Lalanda de Madrid, donde le inculcaron cosas que le han servido para crecer como torero. Madrid fue la plaza que lo lanzó a la luz, y le dio la oportunidad de conocer Europa.

A los trece años recibió su primera cornada, con la inocencia por la falta de experiencia, se enfrentó a un animal fiero que lo embistió.

Considera el toreo como una de las profesiones “más bonitas” porque, según explica, se inculcan valores importantes como «el respeto, la perseverancia y valor para enfrentar los miedos».

El sacrificio

En relación a los cuestionamientos hacia la fiesta brava que han surgido en los últimos años, Colombo, aseguró que las críticas y censuras se generan por falta de información.

“El toreo es cultura, tradición y una fuente de empleo que se ha creado desde hace muchos años. Es y será una cultura arraigada en Venezuela, Perú, España. Es algo que ya no depende de nosotros. La vivimos porque nos gusta y es algo que no es obligado”, dice el profesional.

De acuerdo con  Colombo, “el animal bravo no siente dolor y el toro es un animal de pelea y está comprobado por estudios que si el toro sintiera dolor huiría. Es bravo, muere peleando y si se pierde un segundo el toro te puede matar”.

El torero resalta que en su profesión pone en riesgo la vida: es la lucha entre la fuerza y la inteligencia porque el toro puede arrebatar la vida en cualquier momento con una cornada.

Cuatro a cinco años son necesarios para que el toro de lidia agarre entre 450 y 500 kilos. Mientras que el toro manso dura dos años, alimentado con hormonas, como los pollos y cochinos, para ser sacrificados en el matadero, con un peso de 200 kilos.

“He hablado con antitaurinos y no tienen ni idea de lo que hay detrás de un toro o del toreo y de los sacrifico que se hacen. Es peor que un animal pierda la vida en un matadero electrocutado o sacrificado malamente”, explica el entrevistado.

El fin de la fiesta brava

El diestro venezolano está seguro de que la tradición taurina no va a desaparecer por los importantes respaldos que tiene.

“Quizá pueda bajar el nivel de las corridas un poco, pero al final, en España y Portugal no hay quien quite los toros. Francia es el país más fuerte ahora en corridas de toros junto a Perú”, cuenta.

En el caso de Venezuela, considera que se está viviendo un momento en el que se ha desconocido la identidad del toreo, pero tampoco puede desaparecer porque la feria sin los toros no sería nada. “Es un momento fundamental para explicar todas las caras del toreo, las tradiciones y lo que globaliza”, destacó el torero que no niega sentir miedo al enfrentar cada faena y se encomienda a la Virgen de la Consolación, antes de salir al ruedo.

“No soñé con ser torero”

José Garrido nació en Badajoz, provincia perteneciente a la comunidad autónoma de Extremadura, España. Se inició en la faena en el año 2008, a la edad de 13 años, actividad que asumió como un entretenimiento.

“No soy el niño que soñó con ser torero, lo empecé como un juego, una afición”. Garrido se define como un torero de sangre, su abuelo era banderillero y vistió traje de luces.

“El día que debuté de luces supe que quería ser torero de verdad. Cuando me puse el traje me transmitió algo especial, además que la tarde fue bonita, corte el rabo de mi primera novilla y cuando vi la alegría y emoción de la gente y la maravilla que era poder triunfar quede prendado de lo que era una tarde de toros y desde ahí hasta ahora, eso fue en el 2015”.

«Criminalizan las corridas»

Para Garrido, criminalizar y catalogar las corridas como espectáculos de tortura se ha convertido en “una nueva moda, fuera de lugar y alejada de la realidad de la vida. Son personas sin otro entretenimiento, que en vez de estar ayudando a otras personas lo que quieren es joder con el maltrato animal”.

Dice tener argumentos y estadísticas que aseguran que el animal que mejor vive en el mundo es el toro bravo.

“Desde que nace hasta que va a la plaza, es un animal que no se le pide nada a cambio. Está entre cuatro a cinco años viviendo en el campo en completa naturaleza. Comiendo, durmiendo tranquilo y no se le molesta para nada. ¿Qué animal vive cinco años en semi libertad porque las fincas de toros bravos están específicamente acondicionadas para ellos, en unas 15 a 20 hectáreas? ninguno”, razona.

La naturaleza del toro de lidia es pelear, luchar y por su genética y bravura puede ser indultado y regresar al campo a cubrir vaca y vivir como un rey toda su vida. “¿Qué animal tiene ese privilegio?”, se pregunta José Garrido.

“Me desvivo para que el toro este bien, no tenga heridas, ni moscas encima y ningún animal tiene ese privilegio en el mundo, Si hay uno que me lo digan”, acota.

Garrido explica que una faena dura 15 minutos, es el tiempo en el que el toro lucha. Hoy en día los toros son más bravos, antes cuando los caballos no llevaban peto en las corridas se mataban entre 10 a 15 caballos, hace unos 70 años. Ahora si no se usara peto, no habría caballos en una ciudad para picar en una corrida de toros porque el toro es más bravo que antes.

El torero español “pondría las manos en el fuego”, asegurando que las corridas no se acabaran jamás.

“Son una mezcla de liturgia, rito y espectáculo. Lo demás es la compenetración entre la embestida del animal y la creación de arte del torero y eso es lo que le llega a la gente y hace saltar chispas de sentimiento”, advierte el torero.

¿Qué significa un toro para el matador? “Lo que más me inspira es respeto y orgullo de poder ser capaz de ponerme frente a un animal con armonía y una mirada que llena los sentidos”, asegura Garrido.  Por lo tanto, explica sus rituales antes de salir a faena. Entre ellos: vestirse por la parte izquierda y rezar a las vírgenes del Rocío, La Macarena, La Guadalupana y el Cristo de Triana de Sevilla.

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