Venezuela

ENTREVISTA | Diana Patricia: La fama de La Macarena me abrumó

La célebre bailaora de flamenco reconoce que hoy en día su apellido es La Macarena y asegura que le "encanta" la nueva versión del dúo Los del Río y Gente de Zona.

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Diana Patricia
Fotos: Andrea Hernández

Cuando tenía apenas 6 años, su madre la impulsó a estudiar ballet clásico por ser una niña «extremadamente tímida». Hoy, a sus 45 años, le satisface como ser humano y artista haberse convertido en una mujer extrovertida que no le tiene miedo a nada en la vida.

Esa transformación inició para Diana Patricia Cubillán Herrera desde muy pequeña, cuando decía que quería ser artista. A los 8 años comenzó a hacer ballet y jazz en paralelo, y al año siguiente inició el flamenco.

También estudió ballet clásico español y tap, sin dejar a un lado sus actividades escolares. Nunca olvidará aquella audición en el Teatro Teresa Carreño cuando el director Vicente Nebrada le dijo que trabajaría «mucho» en ella porque llegaría a ser una «bella Julieta».

Diana Patricia comenzó a bailar profesionalmente a los 14 años en locales nocturnos, impulsada por su maestra «La China». Las presentaciones eran de madrugada y tres veces por semana, pero en aquel entonces se vivía otra Venezuela. Los restaurantes retiraban las mesas, colocaban una tarima e instalaban un show flamenco.

Hoy en día el mercado es muy difícil, por no decir “casi nulo”, para una joven que quiera salir a bailar profesionalmente, asegura la maestra y coreógrafa. Fueron dos años bastante fuertes porque se rodeaba de adultos, pero Diana Patricia se retiró solo por tres meses cuando decidió participar en una obra de teatro. «Ahí volví al flamenco hasta el sol de hoy», recuerda. 

Su madre se convirtió en su manager. Bailó con el cuadro flamenco de Carmen Montoya, hasta que comenzó a hacer sola un show de 45 minutos en el restaurante La Jaiba, ubicado en El Bosque. Realizó giras nacionales recorriendo todo el país y asistiendo a ferias, fiestas privadas, bodas, bautizos y comuniones.

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Su apellido: La Macarena

Diana Patricia reconoce que siempre los flamencos tienen un nombre artístico, pero vino la vida y le dio La Macarena.

«Salí Diana Patricia. Perdí mi apellido, hoy en día es La Macarena. De hecho si ponen Cubillán Herrera me molesto», dijo la bailaora entre risas.

Todo comenzó en 1991 durante una cena en la casa de Gustavo Cisneros, en el Country Club de Caracas. Contrataron su show conformado por un guitarrista, un cantador, un percusionista y otras dos compañeras. Pensaron que se trataba de una fiesta más a la que comúnmente asistían, pero no. En el lugar también estaban el entonces presidente Carlos Andrés Pérez y el dúo Los del Río, quienes visitaban la capital para asistir a un festival español.

Diana Patricia confiesa que a raíz de ese encuentro «no pasó nada». En 1992 se fue a España y al regreso asistió a la inauguración del Salón Los Jarales, en el Hotel Eurobuilding de Caracas, donde también estaba el dúo musical. La bailaora decidió enviarles una nota con un mesonero recordándoles su primer encuentro.

Una vez en el escenario y bailando sevillanas, Antonio Romero pronunció la frase «dale a tu cuerpo alegría Diana, que tu cuerpo es pa darle alegría y cosas buenas». Terminada la velada y estando en el camerino le confesaron que, a partir de ese momento, harían una canción: «Yo pensaba que se estaban burlando de mí».

El dúo español se presentó en varias fiestas privadas junto a la maestra de flamenco y cada día la canción iba armándose. En 1993 sale al mercado La Macarena. «El Diana lo quitaron porque no rimaba. En un principio, le iban a poner Magdalena pero Emmanuel saca un disco y el tema promocional llevaba ese nombre. Por eso deciden ponerle Macarena, por rima y por la Patrona de Sevilla».

La también locutora piensa que su vida y carrera cambiaron «totalmente» a partir de La Macarena. Antes era conocida en el mundo del flamenco pero, reconoce, que ni el señor de la camionetica ni el panadero sabían quién era Diana Patricia. «Esa fama me abrumó, me arropó y no me di cuenta de lo que me estaba pasando. Me dio una exposición a nivel mundial».

El expresidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, también eligió la canción para su himno de campaña. En 1997, en una visita oficial al país durante el gobierno de Rafael Caldera, Diana Patricia fue invitada a una cena en La Casona. «Fue una noche bien especial, era un hombre que sobresalía no solo por su estatura, sino por su elegancia y picardía», afirmó la bailaora refiriéndose a Clinton.

23 años después y cantada por Los del Río y Gente de Zona llegó Más Macarena: «Me encanta la nueva versión porque es mi canción», aseguró la coreógrafa.

Diana Patricia

Su academia: mística y respeto

Para Diana Patricia, quien empezó a dar clases a los 16 años, el trabajo docente es «muy bonito» porque lo compara un poco con el de ser mamá: es repetitivo hasta que la persona asimila ese «disco duro», lo lleva a su cuerpo y logra que eso se vea natural.

Para la bailaora, Venezuela pasa por «una crisis muy grande». Recuerda cuando comenzó a dar clases a domicilio, en garajes y clubes, pero hoy en día su academia «El Rocio Estudio de Flamenco» ya tiene 21 años. En sus inicios, llegó a tener hasta 300 alumnas e impartía 8 horas diarias de clases a grupos de hasta 30 personas.

«Actualmente esa no es la realidad. Nos hemos mantenido porque no somos buhoneros del flamenco. Hay un peso en la academia, una mística y un respeto para el representante que trae a su niña por hobby y para la adulta que sale del trabajo o la universidad a tomar clases».

Hoy en día, lo más importante para Diana Patricia es su tranquilidad emocional. «No bailo para gustarle a la gente, sino por satisfacción personal». De aquí a 10 años, se ve retirada de las tablas, pero no del todo. Le gustaría que la academia siguiera funcionando y se visualiza como asesora a nivel de musicales.

La Macarena también habla de sus dos hijos adoptivos: Jacqueline de 31 años, quien es su mano derecha en la academia e imparte clases a niñas durante los tres primeros niveles; y César, de 22 años, graduado de Ciencias Administrativas en La Universidad Monteávila.

A pesar de que le han ofrecido Estados Unidos como el gran mercado, Diana Patricia ama a Venezuela y por eso no se ha ido al exterior: «No me voy a ir de mi país, mientras pueda». 

Retratos

Faldas de flamenco

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