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¿Es compatible el round robin con hábitos saludables?

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¿Qué es lo primero que le dirá un nutricionista o prácticamente todo especialista médico? Coma cinco o seis veces al día sin llenarse por completo, a las mismas horas. Evite los alimentos pesados y el exceso de carbohidratos de noche. Duerma sus ocho horas completas. ¿Cómo sobrelleva usted el round robin del beisbol venezolano, con 20 noches ininterrumpidas de acción? Es quizás el único deporte que se practica en un ritmo diario. Sabes que empieza a las 7:30 pm (si no llueve), pero no a qué hora termina, sobre todo con los infinitos cambios de relevistas o un extrainning.

Yo trato de ver un juego diario, pero generalmente me quedo dormido muy temprano. El decodificador de mi sistema de TV por suscripción me permite grabar y termino de ver la pelota de madrugada, sin saber el marcador final (si me despiertan unos cohetones de medianoche, es probable que haya ganado el Magallanes, lo que me arruina la ilusión). El martes cuando debutó Johan Santana en Valencia (el inicio se postergó hasta las 10:30 pm por lluvia), me pasó que me levanté a las 2 de la madrugada a ver el juego grabado desde el inning 1 y… ¡todavía no se había terminado el inning 9! Para los peloteros y todos los demás profesionales que trabajan diariamente en los estadios, la vida es mucho más sufrida. Se podría comparar con la profesión de DJ, músico o stripper.

¿Es posible mantener hábitos saludables cuando tienes que viajar de madrugada en autobús de Maracay a Maracaibo y comes una arepa con queso e’ mano en un parador de carretera?

“Para mí, un caso emblemático era el del pitcher Oscar ‘Manacho’ Henríquez. Cuando pasábamos por El Guapo, su alimento favorito era una arepa de chicharrón con mantequilla y una Coca Cola light”, recuerda desde Estados Unidos el preparador físico Rafael Álvarez, que trabajó 14 años con Magallanes y ha sido entrenador personal de Pablo Sandoval (un caso emblemático por su tendencia a engordar) o Bob Abreu.

“Es extremadamente difícil cuidar los hábitos correctos en una liga como la venezolana. Me tocó presenciar a muchachos jóvenes que pedían cinco empanadas y un litro de jugo de naranja con azúcar para la hora de almuerzo. Magallanes es quizás el club más organizado de Venezuela, e incluso así, estaba atrasado en el aspecto de la alimentación. Un beisbolista no debería andar hartándose de noche con carbohidratos como arroz con tajadas, sino optar por un pollo a la plancha con vegetales, o un suplemento de proteínas en merengada. Al final, es un tema que depende de la concientización que adquiera individualmente cada pelotero para cuidar su cuerpo. Uno de los más responsables en ese sentido es el receptor Robinson Chirinos. Idealmente, en plena temporada, un atleta debería consumir 70% de carbohidratos, 25% de proteínas y 5% de grasas no saturadas, tratando de distribuir los carbohidratos temprano en el día, pero eso muy poco se cumple. En Venezuela no hemos cambiado casi nada”, lamenta Álvarez.

John Kruk, un típico primera base gordito y mascador de tabaco de la vieja guardia que jugó con los Filis de Filadelfia entre 1989 y1994, decía: “Soy un beisbolista profesional, no un atleta”. Aunque los tiempos han cambiado. “Tiene que ver con el vuelco que ha dado el beisbol en los últimos años, a partir de los megacontratos y el nivel de competitividad alcanzado. Antes, los peloteros llegaban a los entrenamientos primaverales a ponerse en forma y después buscar el swing, etcétera. Hoy no. Llegan ya en forma. Son las exigencias del momento. Es por ello, que parte del receso entre temporada y temporada, lo pasan dentro de un gimnasio. Pero estoy generalizando. En Venezuela —y quizás aprovechen el estar fuera de Estados Unidos— no pocos jugadores comen un par de arepas rellenas hasta el infinito, una hora antes del juego”, revela Humberto Acosta, uno de los comentaristas más sabios y experimentados de la LVBP.

¿Y qué dicen las chicas del beisbol? Ni siquiera tienen jornada de descanso cada cuatro días, como los cinco equipos del round robin. Adriana D’Onghia, la guapa “guara” de Meridiano TV, admite con cruda franqueza que tiró la toalla.

“Es imposible. No hay ninguna manera de mantener ningún tipo de hábito en plena temporada. Ni siquiera puedes tener control sobre el desayuno: un día lo haces a las 8:00 am, otro día a las 11:00 am, otro día te lo saltas. Me causa muchos estragos. Este año me atacó un virus muy fuerte en el intestino. Comes a deshora, comes en la calle, viajas 12 horas en un bus, y es muy difícil cuidar la alimentación. Todo el mundo sabe que en un estadio hay cosas muy ricas, pero no las más saludables. Pero me apasiona el beisbol, amo mi trabajo y estoy muy agradecida de pasarme todos los días en un terreno de juego. ¿Qué si todos los peloteros se meten a una arepera después de los juegos? No salgo con ellos, no sé responderte. Es difícil generalizar, no todos son iguales. Cuando trabajé con el circuito de Cardenales y estábamos de gira, al salir del estadio nos parábamos todos con los beisbolistas en algún sitio a comer un pollo en brasa o arepas. Ahora se cuidan más, porque dependen de sus contratos en el exterior. Hay señoras dedicadas a prepararles comida un poco más casera. Equipos como Magallanes han dispuesto ahora de un comedor. Pero lo cierto es que la mayoría de los gringos se enferman cuando vienen a jugar en Venezuela”, detalla D’Onghia.

Meche Celta, de DirecTV Sports, batalla para compatibilizar el fitness con los jonrones de Balbino Fuenmayor: “Si tirara la toalla, no tuviera estómago. Desde mi primera temporada con Meridiano TV, sufro de gastritis”, cuenta. “Ahora, en vez de almorzar al mediodía o a la 1:00 pm, lo hago a las 3:00 pm, antes de llegar al estadio (4:00 pm), para luego aguantar un poco más. En teoría, la gente cena a más tardar a las 8:00 pm. Te mentiría si te dijera que llevo una lonchera con comida súper balanceada al estadio. Afortunadamente ahora en los estadios hay zonas VIP y lugares para comer algo un poco más nutritivo que una hamburguesa o una pizza. Yo pido una parrilla, que al menos es proteína y no me hace tanto daño de noche. O me llevo una fruta, un yogurt con cereal o una granola, que no son opciones tan recomendables de noche, pero mejor eso que un perrocaliente o tequeños. Cargo mis zapatos y mi ropa de gimnasio para hacer al menos media hora de cardio en el gimnasio del hotel donde estemos, para contrarrestar un poco la mala alimentación, que ahora es peor en el interior por la escasez. En el sitio donde habitualmente estoy en el terreno de juego, no hay ningún tipo de comodidad y debo comer sobre mis piernas. Los peloteros también sufren con este tema. Los importados se enferman muchísimo. Afortunadamente, los beisbolistas tienen muchas frutas en el dugout y a veces me dan una mandarina, un durazno o una patilla”

La longilínea periodista con aspecto de divinidad griega agrega: “Pocos televidentes saben el trajín que pasamos los que trabajamos en la pelota. Me ha tocado salir de un juego en Puerto La Cruz en carretera para Caracas, y de ahí agarrar un vuelo en Maiquetía para Maracaibo a las 7:00 am. Generalmente me acuesto a las 2:00 de la madrugada. En temporada, lo más temprano que me levanto es a las 9:30 de la mañana. Pongo el despertador hacer radio a las 7:45 am pero de inmediato me vuelvo a acostar”.

Pocos peloteros conocen la íntima relación que existe entre la buena alimentación y la duración de sus carreras. Estoy seguro que muchos integrantes de la generación de Melvin Mora o Edgardo Alfonzo hubieran podido alargar sus trayectorias en Grandes Ligas con mayor conciencia de cuidarse”, aconseja el entrenador Rafael Álvarez.

¿Y usted, cómo lidia con el round robin?

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