Las políticas públicas se justifican si corrigen las fallas de mercado que impiden lograr el máximo bienestar social. Cualquier política que agrave el problema y degrade el óptimo social debe revisarse e, incluso, anularse antes de que provoque mayores daños a la sociedad.
El gobierno espera culminar el año distribuyendo 165.000 toneladas de comida a la semana, mediante el sistema de bolsas que racionan y distribuyen los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Claps).
El vicepresidente ejecutivo de la República, Aristóbulo Iztúriz, llamó el miércoles a no limitar las operaciones de los llamados Comités de Abastecimiento (Claps) en la distribución de bolsas con comida.
El objetivo de Pdval y Mercal desde su creación en los años 2008 y 2004, respectivamente, era atender a habitantes de sectores populares con precios accesibles, Sin embargo, en tiempos en los que Venezuela vive su peor crisis económica con una pronunciada escasez y altos precios, se ha perdido la razón de ser de estas redes públicas que ahora buscan llegar a la gente con una poca efectiva distribución de bolsas de comida.
El objetivo de Pdval y Mercal desde su creación en los años 2008 y 2004, respectivamente, era atender a habitantes de sectores populares con precios accesibles. Sin embargo, en tiempos en los que Venezuela vive su peor crisis económica con una pronunciada escasez y altos precios, se ha perdido la razón de ser de estas redes públicas que ahora buscan llegar a la gente con una poca efectiva distribución de bolsas de comida. Los intentos del gobierno por superar la crisis de desabastecimiento en Venezuela son incontables e infructuosos. La creación de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, es el más reciente de ellos. Pero al no atacar las causas sino las consecuencias, el mecanismo no tiene efectividad en la reducción de la escasez en los estratos de menores recursos, que es a los que busca favorecer.
Ante la pregunta de para qué sirven los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), 66% de los encuestados respondió que su finalidad es de control político, mientras que 19% afirmó que eran para ayudar a la gente y 11% ambas cosas.
Vecinos del populoso sector El 23 de Enero, en el oeste de Caracas, denuncian que algunos grupos de la zona se están lucrando con la reventa de productos básicos que el gobierno trata de llevar a precios subsidiados a la población de menores recursos.
“Los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, Clap, fueron creados para atender a la población más vulnerables de Venezuela, no se tiene planteado que se atiendan a los sectores de clase media y alta, ya que esta población tiene un poder adquisitivo mayor al salario promedio y cuenta con los recursos para adquirir los productos que importen los empresarios, con sus dólares propios”.
De 10 vecinos consultados al azar en varias parroquias del municipio Libertador del Distrito Capital, apenas cuatro han recibido “bolsas patriotas”, y solo dos en más de una ocasión en lo que va de 2016. “La última la compramos hace dos meses y la promesa que nos hicieron fue cada 15 días”, indicó una mujer censada en San Bernardino.
La diputada Mariela Magallanes destacó que toda la ciudadanía podrá hacer llegar, vía electrónica, información sobre las irregularidades o abusos que se vienen cometiendo con las bolsas de racionamiento de comida.
La diputada de la Unidad por el estado Sucre, Milagros Paz, afirmó que pasadas varias horas de cola, la coordinadora de Pdval comenzó a maltratar a los habitantes y a llamarlos "muertos de hambre".
La dirigente de Copei, Mercedes Malavé, indicó este domingo que ha recibido denuncias de diversos habitantes de los municipios fronterizos del estado Táchira sobre el tráfico de bolsas de alimentos distribuidas por los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) hacia Colombia.
Durante las últimas semanas se han observado protestas de los habitantes de la zona de Catia, parroquia Sucre, municipio Libertador, en Caracas, por la falta de alimentos. La última de estas protestas tuvo como escenario la avenida Sucre, en donde los vecinos, especialmente las amas de casas y abuelos salieron a protestar en la calle.
Un sondeo de la encuestadora, dirigida por Oscar Schemel, revela que 79% de los consultados declaró no haberse beneficiado aún de las bolsas de comida entregadas por el gobierno casa por casa, a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción.
Sol Guerra es maestra y vocera del consejo comunal Madre Tierra, que hace vida en la parroquia La Pastora, municipio Libertador, en Caracas. Señala que ante la falta de alimentos ella y sus vecinos han tenido que optar por comer puras verduras y frutas para no tener que pasar hambre.
La escasez y la incertidumbre, en medio de un control de precios desquiciado, han generado oportunidades para la organización de redes de distribución subterráneas. No todos se benefician por igual de su existencia.
Tres kilos de arroz, uno de leche, otro de azúcar, un paquete de frijoles negros y un litro de aceite llevaba la bolsa que el gobierno venezolano repartió a cada familia en una barriada de Caracas, y que entrega cada 21 días como antídoto a la escasez.