Gisela Kozak se siente viva aunque sin acento en el porvenir
Es la mujer de aplomo, aunque abuchea el plomo. Sus armas, con las que critica la actualidad del país y con las que urde historia, son otras: las palabras. Es la escritora que soñó ser, echonerías. Gisela Kozak siempre ha sido fiel a sí misma porque “ser feliz es el único oficio que vale la pena”