El desgraciado péndulo de la extrema izquierda a la extrema derecha
En el siglo XXI se impone la distinción entre izquierda y derecha, aliados y enemigos: es poco lo que hemos aprendido de nuestro pasado
En el siglo XXI se impone la distinción entre izquierda y derecha, aliados y enemigos: es poco lo que hemos aprendido de nuestro pasado
Parafraseando a la mamá de Forrest Gump, Miliber Mancilla -madre de una niña imaginaria muy talentosa- se pasea sin tonterías por algunos vericuetos de la estupidez humana: la ideología política y el amor, entre ellos
En su altar veneran por igual a Marcos Pérez Jiménez y a Renny Ottolina. Son, por supuesto, antichavistas y casi con el mismo encono desprecian a partidos, figuras y organizaciones de oposición; el feminismo les huele a izquierda y su terreno de "batalla" favorito son las redes sociales
Desde hace un buen tiempo muchos hemos tenido que repensar, al menos poner en duda, aquello tan trillado del dominio ideológico que sobre la sociedad pretenden ejercer gobiernos o grupos de poder. Y no se trata del cacareado fin de las ideologías de hace algunos lustros que sólo pretendía imponer un pragmatismo liberal y frenar cualquier pensamiento idealista,del cual pudiese dotarse la humanidad o al menos algunos sectores de ella.
A diferencia de momentos pico y coyunturas imaginativas de tiempos anteriores, el siglo XXI pareciera andar a tientas, sin dirección ni sentido.