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#Rechazada

Crónicas Descalzas | Rechazada

Ella duerme en un sitio en el centro de Caracas. No vive en. No tiene una casa por. Ella no tiene dirección. Ni cuando su mamá estaba viva porque andaban de aquí para allá, cuando era niña. Hoy, nada ha cambiado, con un bolso en el que le caben las cosas que debe tener encima cuando la agarre la noche. “Yo tengo mis cosas en dos maletas, las tengo escondidas en una parte para que no me las roben”. Donde ella duerme en el centro de Caracas, debe llegar a las tres de la tarde y pagarle al vigilante 300 bolívares para que la dejen pasar la noche. “Es una habitación y tiene su cama. Yo pago diario pero hay quien paga la semana. Yo solo puedo pagar diario. Pero no me gusta mucho dormir allí porque hay muchas cucarachas”. Allí tampoco puede cocinar ni tener comida. Sólo entrar y dormir, una noche a la vez.

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