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Ex Comisionado Anticorrupción herido en "secuestro express"

El veterano dirigente de la antigua izquierda, Adelso González Urdaneta, se recupera de una delicada intervención quirúrgica a la que fue sometido tras resultar herido en la cabeza durante un secuestro a finales de año en Caracas, dijeron fuentes vinculadas a la familia de este Comisionado para la lucha contra la Corrupción en el segundo gobierno de Rafael Caldera.

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El profesor Urdaneta, de 86 años, fue capturado el 29 de diciembre cerca de las 9:30 pm de la noche, junto a su esposa, hija y su yerno, por un grupo de cuatro delincuentes en la calle Génesis, que comunica a la urbanización Macaracuy y la parroquia El Cafetal en el sureste de Caracas.

El carro en el cual viajaban las víctimas fue interceptado por una camioneta de la cual descendieron dos jóvenes armados. El militante del MEP y su yerno fueron bajados del carro en el que se desplazaban con las mujeres,  para introducirlos en la camioneta.

Paralelamente otros dos antisociales subieron al vehículo de los secuestrados en el cual se encontraban las dos señoras aterradas.

Los secuestradores despojaron a la esposa de González Urdaneta de Bs 4.000 producto del cobro de su pensión. Los secuestrados, rogando por sus vidas les explicaban a los secuestradores que todos eran jubilados, sin bienes de fortuna. Pero los delincuentes insistían en exigir una alta suma de dinero en dólares, según la información.

Durante estos primeros momentos del secuestro, los antisociales ( jóvenes de entre 20 y 25 años que al parecer actuaban al azar) apuntaban a las damas y las amenazaban diciéndoles que si llegaban a denunciar el hecho ante las autoridades «pagarían las consecuencias» ya que ellos actuaban con «la venia de la policía», según una de las fuentes.

La esposa del excomisionado anticorrupción, que sufre de Parkinson y tiene 82 años, estaba muy nerviosa, por lo que los delincuentes intentaron sin éxito lanzarla del automóvil. La señora se aferraba al asiento del carro.

Los secuestradores optaron por detener el auto y abandonar a las mujeres. Entonces abordaron la camioneta con el resto del grupo y los otros dos secuestrados, para seguir «ruleteándolos»,  exigiéndoles el pago del rescate a los familiares al otro lado del teléfono.

Tras un buen tiempo de establecer ningún nuevo contacto, los delincuentes al parecer recibieron  «otra oferta» de un nuevo secuestro «más rentable» en otro lugar de la ciudad y decidieron «salir de un par de viejos limpios» para emprender otra jugada más sustanciosa, explicaron las fuentes.

«Para despedirse de sus secuestrados los cuatro captores se dirigieron hacia Filas de Mariches, en las afueras de Caracas. Con la camioneta en marcha, empujaron fuera de ella a González Urdaneta y a su yerno, quienes terminaron bien maltrechos», explicó una de las fuentes.

Con la caída, González Urdaneta sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le dejó un enorme coágulo en el hemisferio izquierdo. Eventualmente fue internado en la Policlínica Metropolitana en donde procedieron a realizarle una craneotomía; procedimiento en el que es retirada temporalmente parte del cráneo para acceder al cerebro del paciente.

La familia de González Urdaneta no denunció el delito ante las autoridades por temor a represalias de parte de los hampones y «por la escasa fe en el trabajo de las autoridades», según las fuentes.

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