Un excanciller del expresidente Rafael Correa (2007-2017) dejó Ecuador a raíz de una investigación por un presunto delito penal de instigación contra el gobierno actual, según informó el jueves la Fiscalía.
El exministro Ricardo Patiño viajó supuestamente hacia Perú, indicó la prensa ecuatoriana.
La Fiscalía señaló que había solicitado la detención de Patiño el sábado, en el marco de una investigación por supuesta instigación contra el ejecutivo, lo que no fue aceptado por una jueza a cargo de la causa.
La negativa de la jueza ha traído como consecuencia que el procesado haya abandonado el territorio nacional por vía terrestre el miércoles, agregó el organismo en un comunicado.
Patiño, cercano colaborador de Correa, es acusado por un sector de los indígenas de llamar a la instigación contra el gobierno del mandatario Lenín Moreno durante una convención política en octubre de 2018.
En esa ocasión, el también exministro de Economía y de Defensa de Correa, llamó a tomar «las instituciones públicas», de acuerdo con un vídeo divulgado por la prensa.
El delito de instigación es condenado en Ecuador con prisión de seis a 24 meses.
La fiscal general, Diana Salazar, explicó en su cuenta de Twitter que su entidad había pedido la detención de Patiño porque, a su juicio, es mejor prevenir que lamentar y el deber de todos los operadores de justicia es velar para que no exista más impunidad en el país.
Salazar pidió a la ciudadanía su apoyo en la lucha contra la corrupción y afirmó que planteará a los organismos de control que revisen la actuación de la jueza que se negó a disponer la prisión del exfuncionario y que verifiquen su patrimonio.
Siendo canciller, Patiño otorgó en 2012 el asilo al creador de WikiLeaks, Julian Assange, quien permaneció refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres hasta el pasado jueves, cuando fue arrestado por la policía británica después de que Quito le retirara ese estatus.
Patiño también fue acusado por la ministra de Interior, María Paula Romo, de tener vínculos con un sueco detenido el mismo día en Quito y señalado como colaborador clave de Assange, al que se investiga por el supuesto delito de ataque a sistemas informáticos.
Tras dejar el poder, Correa se fue a vivir a Bélgica, de donde es su esposa, pero desde hace un año no ha regresado a su país debido a que enfrenta una orden de prisión por su participación en el fugaz secuestro de un opositor ecuatoriano en Colombia en 2012.
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