Venezuela

Expo Criminalística: un show violento hecho en socialismo

El país donde las bandas criminales gobiernan bajo la ley del plomo celebró por todo lo alto una exposición organizada por la policía científica que sirvió principalmente para entretener a través del morbo a los habitantes de los sectores populares de una de las ciudades más peligrosas del mundo

Expo Criminalística 2019 fue la demencia
Daniel Hernández/El Estímulo
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Expo Criminalística 2019 fue la sexta edición del evento organizado por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en Venezuela.

¿Necesita un país tan violento una exposición de este tipo? Según el gobierno y algunos sectores populares de Caracas, sí.

La crisis económica que azota al país dejó sin capacidad de esparcimiento a las personas que viven con un sueldo mínimo, por lo que una actividad gratuita, en un espacio “seguro” y con “atracciones” novedosas es un alivio.

Grupos familiares visitaban la Expo Criminalística en el Poliedro de Caracas como si se tratara de una feria o un bazar navideño, esperando conseguir entretener a los más pequeños de la casa por unas horas sin tener que salirse del presupuesto.

Por otro lado, esta «exhibición de poder» por parte del régimen de Nicolás Maduro resulta irónica.

23.047 personas fallecieron por causas violentas en 2018, según el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV). Caracas tiene una tasa de 100 homicidios por cada 100.000 habitantes.

¿Cómo es que un país donde mueren tantas personas en un año, celebra a su policía científica con una exposición?

Aunque el Cicpc es una de las pocas fuerzas policiales respetadas en Venezuela, cada vez está más en duda su capacidad de respuesta, aún cuando exposiciones como esta intenten demostrar lo contrario.

CSI hecho en casa

Expo Criminalística muestra a la policía científica como una fuerza digna de una serie de televisión producida en Hollywood.

Así te lo venden, pero la realidad es otra: en la puerta, los estudiantes de la academia del Cicpc recibían a los visitantes con un detector de metales que bien podría ser una espátula de cocina. A menos que llevaras un carnet de prensa colgado al cuello, te saludaban con una sonrisa y te invitaban a disfrutar de la exposición.

En la arena del Poliedro la imagen era de alto contraste. Funcionarios con uniformes de reglamento, armas largas y máscaras se tomaban selfies con los asistentes al evento.

Al mismo tiempo, un grupo de gaitas relacionado al Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) se presentaba en la tarima central y sonaba a todo volumen.

Entre los stands más visitados resaltaban los del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses y el Laboratorio Biológico. ¿Qué tienen en común? Imágenes sangrientas de víctimas heridas por armas de fuego, restos de huesos humanos y cadáveres calcinados.

El morbo también vende

Adultos y jóvenes se acercaban a la exhibición del departamento de Medicina y Ciencias Forenses llenos de curiosidad. Incluso después de escuchar que había un cuerpo disecado en exhibición, algunos padres se acercaban con sus niños a ver esta cruda exposición.

Algunos de estos jóvenes escondían la mirada detrás de los cuerpos de sus padres para evitar ver una autopsia que reproducían en una pantalla y que los expositores de esta división explicaban con detalles. Otros, los más valientes, incluso realizaban preguntas a los expositores: “¿por qué esa piel es tan blanca cuando la cortan?”, “¿qué hacen con el cerebro?” o “¿alguna vez se ha despertado alguno?”.

El Laboratorio Biológico, repleto de fotografías de escenas de crímenes, cuerpos calcinados y muestras de sangre, enganchaba a los visitantes rápidamente. Aunque era igual de gráfica que la exhibición del departamento forense, no contaba con material físico como huesos, cuerpos y armas, que era el principal atractivo para muchos visitantes.

Expo Criminalística no solo apuntaba a que la policía científica conectara con los ciudadanos, sino a alimentar el morbo de los visitantes con más escenas como estas.

Los sectores más populares del país, donde las bandas criminales mandan con la ley del hierro y las Fuerzas de Acción Especiales (FAES) se cobran vidas inocentes, no quieren conectarse con la policía, quieren que trabajen.

Para ser un país harto de violencia y crímenes impunes, algunos venezolanos parecen interesados en saber qué ocurre cuando balean a una persona y no en buscar maneras de evitarlo.

Dron, fascismo y terrorismo son sinónimos

La Dirección de Investigaciones contra el Terrorismo tenía uno de los stands más curiosos, con al menos cinco o cuatro drones dentro de su tienda.

Los vehículos aéreos no tripulados eran los principales protagonistas, pues parece que la definición de terrorismo según el Cicpc es “dron”. Uno con explosivos casi acaba con la vida de Nicolás Maduro durante una alocución desde el Paseo Los Próceres en Caracas durante 2018, o al menos así lo contó el chavismo.

Desde ese momento, se necesitan una serie de permisos certificados por el Cicpc para volar un dron en territorio venezolano.

La división contra el Terrorismo exhibía, además, la figura de un manifestante con máscara anti-gas, pañoleta y un “escudo” de cartón u hojalata.

Sí, la imagen de un “guarimbero” también es uno de los conceptos que el Cicpc maneja como terrorismo. Después de la ola de protestas de 2017 se radicalizó aún más la percepción que los cuerpos de seguridad tienen sobre los manifestantes.

El show debe continuar

Al final, Expo Criminalística es una extraña muestra del poder tecnológico con que cuentan las fuerzas policiales en Venezuela, pero también un espectáculo de entretenimiento para un país en crisis.

Esta exhibición no cumple su propósito de acercar a las autoridades a la ciudadanía para crear un ambiente de confianza y seguridad.

Más allá de eso, sirve meramente como una excusa para que los funcionarios del cuerpo policial, familiares y algunas personas se distraigan en tan complicado momento para el país.

Quedará por ver cuál será el próximo invento fallido de los entes gubernamentales, quizás sea Expo Saime amenizada por conjuntos de reggaeton del Seniat.

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