Como es tradición, miles de feligreses visitaron este Miércoles Santo la imagen del Nazareno de San Pablo, ubicada en la Basílica de Santa Teresa, para dar gracias por los favores recibidos, especialmente en los temas de salud, así como por la paz y entendimiento en Venezuela.
Desde distintos lugares de Caracas y de todo el país, los feligreses vestidos con sus togas moradas rindieron culto a la imagen del Nazareno, lugar donde se desarrollaron 16 misas especiales durante todo el día, una de ellas encabezada por Monseñor Batanar Porras, quien pidió al pueblo un mejor acercamiento con Dios, así como tener compasión con aquellos venezolanos enfermos, con aquellas personas que comen de la basura, las que claman por tener agua potable en sus casas, así como otros servicios públicos.
Hombres, mujeres, niños, jóvenes y ancianos, le regalaron más de 5 mil orquídeas a la figura del Nazareno para rendirle culto, piezas que fueron colocadas en dos columnas al lado de la imagen, así como una alfombra puesta a sus pies.
Belkys Zavarce fue una de las personas que visitó al Nazareno de San Pablo este miércoles. “Vivo en la parroquia La Vega y vengo ante el Nazareno para cumplir una promesa por la salud de mi hijo Juan Carlos, de 24 años, que presenta discapacidad motora, que podía valerse por sí solo hasta el año pasado, pero que por una mala praxis médica al cumplir un tratamiento ahora se encuentra en estado vegetal”, señaló.
Dijo Belkys que no solo viene a pedir por la salud de su hijo, sino también para que el Nazareno le ayude a conseguir los pañales, medicamentos y alimentos. “Juan Calos tiene que tomar diariamente fenobarbital para evitar que le den convulsiones, así como otros medicamentos. También necesita alimentos y una dieta balanceada rica en proteínas, pero yo no tengo dinero para comprar pollo, pescado y menos carne, así que lo único que puedo ofrecerle diariamente es lentejas y caraotas”, dijo Zavarce.
En la basílica Santa Teresa de desplegó un importante operativo de seguridad en donde participaron más de 1.500 funcionarios de distintos organismos, quienes estuvieron atendiendo a los feligreses, ordenaron las colas y prestaron auxilio en casa de cualquier emergencia.
Miriam González llegó a la basílica con sus dos hijos y tres nietos, todos vestidos de morado y haciendo una oración: “venimos a pedir por nuestros familiares que se encuentran fuera de Venezuela, (quienes) se marcharon para buscar un mejor porvenir y ayudarnos económicamente. Le pedimos a El Nazareno que nos ayude a reunirnos nuevamente”.
Fernando Martínez llegó caminando descalzo desde los Frailes de Catia para pagar una promesa. “Yo que tengo una familia y no teníamos una casa propia en donde vivir, le hice la promesa al Nazareno, y ya tenemos un hogar propio. Me hizo el milagro”, celebró.
Auristela de Cedeño, de 92 años de edad, se moviliza en silla de ruedas por problemas motores. Su hija Doris la acompaña todos los años a visitar la santa imagen: “mi mamá tiene una fe inquebrantable en el Nazareno. Ella vino a pedir por la paz de Venezuela, para que a las autoridades se les ilumine la mente y puedan ofrecer soluciones a tantos problemas que padecemos en el país”.
Los tradicionales vendedores de artículos religiosos se quejaron de las bajas ventas durante estos días santos, pero están conscientes que las personas, el poco efectivo que tienen, invierten en la compra de comida.
Carmen Martínez vive en el 23 de Enero y de por vida tiene una promesa al Nazareno por haberla favorecido en cuestiones de salud. “Soy devota y me he dedicado a cultivar en mi casa las flores que entrego para adornar la imagen. He tenido una gran cola para cumplir mi promesa; además por la salud de mi familia, también pido por la unificación, para que acabe la violencia y podamos salir de esta crisis”, manifestó.
Jacqueline Tovar, se dedica desde hace varios años a vender el sahumerio y otros artículos religiosos, pero señala que este año las ventas han bajado. “A nosotros también nos ha pegado la inflación, un combo de sahumerio que el año vendía en Bs. 300, este año lo tengo que ofrecer en bs. 2500. Hay bastante gente que compra el producto, pero esperábamos mejores ventas”, lamentó.
Las estampitas de los diferentes santos eran ofrecidas en Bs. 500, las imágenes pequeñas de yeso en Bs. 2.500 y las grandes en Bs. 15 mil. Los escapularios los ofrecían en Bs, 1000 y los llaveros con la imagen del santo en Bs. 3.500.
Algunas personas aprovechan para limpiar sus casas y espantar la pava, comprando las pencas de sábila entre Bs. 2 mil y 5 mil, mientras que los preparados de las esencias destrancadera, abre camino y mirra, eran muy solicitadas.
En las calles también se ofrecían a la venta las túnicas de moradas. Las tallas pequeñas entre los Bs. 15 mil y Bs. 18 mil y las tallas grades entre los Bs. 20 mil y Bs. 30 mil. “Aceptamos pago en dólares a Bs. 4.700. No deje de pagar su promesa, aquí le ayudamos a resolver su milagro”, ofrecía uno de los vendedores, quien también tenía franelas moradas con la imagen del Nazareno en Bs. 18 mil.
Fotos: Daniel Hernández
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