FOTOS | El este de Caracas vuelve a la calle con nuevos retos y la esperanza intacta

Después de las desconocidas elecciones presidenciales del 20 de mayo de 2018, los golpes de una fuerza ilegítima mantuvieron en silencio a sus contrarios, quienes esperaron el momento justo para volver a las calles y tomar el impulso perdido en el pasado luego de que la mano dura del opresor se hiciera sentir, sobre todo, en las manifestaciones de 2017.
Este 23 de enero, la convocatoria realizada por la Asamblea Nacional, único Poder reconocido por los países de la región, así como Estados Unidos y la Unión Europea además de una serie de importantes organismos internacionales, demostró que la oposición sigue representando una gran parte de la población venezolana, esa que según encuestas incluso alcanza el 80% de la población que habita el territorio nacional.

Con nueve puntos de concentración que llevarían a los manifestantes hacia la plaza Juan Pablo II de Chacao, la mayoría de estos partían desde el este y sureste de la capital, donde se espera se realice el principal movimiento de la jornada en el país.
El llamado estaba planificado para comenzar a recibir personas desde las 10:00 am; sin embargo, dos horas antes dio inicio el traslado de personas hacia los lugares establecidos.

Pese a la lluvia, las personas no se dejaron amilanar por lo que esperan sea el nacimiento de una nueva fuerza que encabece la transición del poder en Venezuela y acabe con poco más de 20 años de un fallido socialismo.
En la avenida Francisco de Miranda se asomaron las primeras caras. En el municipio Chacao, el grupo que se acercó para brindar apoyo a la convocatoria del Parlamento fue agrupándose en la plaza Francia de Altamira, punto icónico vinculado a los movimientos de la oposición, antes de dar marcha hacia el destino del recorrido.

La mañana transcurría y mientras el clima refrescaba con una ligera llovizna de vez en cuando, antes de dar paso al inclemente sol, en el sureste aún se vivía la concentración como en los años recientes en los que la esperanza por ver un cambio en el gobierno estaba latente.
En el distribuidor Santa Fe las acciones comenzaron un poco más tarde de lo pautado; no obstante, la llegada de distintos vecinos de las urbanizaciones cercanas brindaba la ilusión de contar con una manifestación cercana a la del pasado reciente, pero cuyos resultados, anhelan, sean otros.

Desde El Cafetal se dio comienzo a la salida hacia Chacao un poco más temprano. En el recorrido hecho por El Estímulo a la mencionada parroquia, se constató la presencia de un alto número de participantes quienes ocupaban la vía en sentido hacia la avenida Río de Janeiro desde la entrada de la urbanización San Luis hasta Santa Marta, último paso antes de desviarse hacia su punto final.
Grupos de motorizados adeptos a la oposición acompañaban este movimiento en una suerte de caravana que se hizo notar en los extremos del grupo.

Poco antes del mediodía, y ya con un número significativo de personas ubicadas en la plaza Juan Pablo II, puntos de salida del este todavía celebraban la llegada de vecinos. En El Marqués, por ejemplo, se notó a un rezagado puñado de personas llegar desde Palo Verde y Petare, en una demostración de poder de convocatoria producido en los cabildos abiertos que el Poder Legislativo ha celebrado desde el pasado 11 de enero.
Más adelante, el grueso de este movimiento acumulaba fuerzas en Los Ruices, donde ocuparon cada espacio del elevado que conecta con la urbanización Los Dos Caminos, otro de los tramos que se concentraría para ir a Chacao.

En cada lugar, las consignas eran claras y comunes: “libertad” era la palabra que más se escuchaba, esa que piden desde varios rincones del país y del planeta para una nación agrietada por las malas políticas ejecutadas por el gobernante actual y su predecesor, el fallecido Hugo Chávez; sin embargo, la crisis de hoy era impensable hace algunos años.

En paz y con la sensación positiva de quien sabe que un nuevo proceso abre nuevas opciones, la oposición capitalina tomó nuevamente las calles y dejó a un lado ese recuerdo sangriento y violento generado por otros en 2017. Hoy, la esperanza del venezolano salió fuerte y renovada.
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