Anticipada como la "mamá de las marchas" por Diosdado Cabello, la marcha del chavismo por el Día de la Resistencia Indígena terminó abarrotando los alrededores de la fuente de Plaza Venezuela entre ritmo de salsa, rituales indígenas y mentadas de madre al unísono contra Henry Ramos Allup.
La movilización de este miércoles se desarrolló con el mismo despliegue operativo que activó el chavismo, pero con un respaldo popular menor a lo que se veían en tiempos de Hugo Chávez. Autobuses provenientes de diferentes partes del país y convoyes militares nutrieron esta marcha que partió desde Los Próceres y culminó en la Plaza de la Resistencia Indígena, el mismo sitio donde oficialistas derrumbaron en 2004 la estatua de Cristóbal Colón.
La marcha terminó con una concentración y un discurso del presidente Nicolás Maduro, quien lanzó amenazas a los opositores e invitó a los asistentes a mentarle la madre al presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, en cadena de radio y televisión.
“Lo digo yo o lo dicen ustedes: Ramos Allup es un viejito, pero es un viejito bien (…)” , afirmó el Jefe de Estado, a lo que los asistentes respondieron “coño de madre”.
Maduro, quien había develado una estatua del cacique Tiuna en la plaza, anticipó que Ramos Allup deberá responder a la justicia. “Ramos Allup debe responder a la justicia este bandido, que pregone el odio contra las mujeres; misógino, cobarde. Métete conmigo, no te metas con las mujeres, cobarde”.
El mandatario, además, anunció una comisión presidencial que se encargará de «descolonizar» la mente de los venezolanos «de la influencia del capitalismo», ordenó ampliar la entrega para finales de año las bolsas de comida que su gestión raciona para finales de año y dijo que aprobará el viernes el presupuesto de la Nación sin el aval del parlamento.
La concentración en Plaza Venezuela se desarrolló bajo un ambiente de fiesta patronal: cuatro tarimas con bandas de salsa, merengue y tambores recibían a los trabajadores de ministerio y empresas del Estado que llegaban desde Los Próceres. Dos camiones con la venta de arepas «socialistas» también los esperaban cerca de la fuente. Muñecos gigantes de Chávez y uno de Intevep que recordaba al de la Lotería del Táchira adornaban el acto.
En su muestra de poder de calle, ministros y dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) aseguraron más de 13.000 personas en la movilización. Plaza Venezuela es una zona de 2.300 metros cuadrados, incluyendo sus jardines, por lo que puede albergar alrededor de 5.000 personas como máximo.
Los rituales indígena wayúu también adornaron el acto chavista, que terminó sin nombrar directamente «el firmazo» que organizará la oposición en dos semanas para activar un referendo revocatorio contra el gobernante.
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