Francisco Sánchez, coordinador del área de Psicología Escolar de la Unidad de Psicología Luis Azagra de la UCAB, aseveró que en esta cuarentena por la pandemia de la COVID-19, las dificultades académicas del estudiante en el proceso escolar no están relacionadas solamente con el rendimiento. Las problemáticas sociales y la crisis estructural limitan las posibilidades de que el niño o adolescente se vincule al proceso educativo.
Un reciente estudio elaborado por la Unidad de Psicología señala que las familias multi problemáticas son aquellas donde se presentan diferentes vulnerabilidades y precariedades. En Venezuela, hay dificultades estructurales que enfrenta la familia popular. Esto sucede por el contexto político donde existen barreras para acceder a lo básico.
Sanchéz indicó que algunas familias buscan entre ellas compartir la señal o los equipos inteligentes para que sus hijos puedan tener acceso a las actividades escolares. Actualmente, las redes de apoyo se hacen más privadas y cada vez carecen más del apoyo de instituciones.
Los problemas de la educación a distancia
Según el estudio, en la educación a distancia repercuten las crisis de ansiedad y los cuestionamientos que se presentan en la familia. La presión se manifiesta en diversas tipologías como la ansiedad, la frustración y momentos de indefensión al no saber qué hacer o a dónde recurrir.
“Es una crisis que tiene como sujeto visible a un niño con problemas para adaptarse a la educación a distancia y que tiene a una mamá o a un grupo familiar que busca sobreponerse a una realidad abrumadora”, dijo Sánchez.
El psicólogo Francisco Sánchez hizo énfasis en que las alianzas deben mantenerse para llevar un apoyo simbólico a las familias. Es importante escuchar y conocer las circunstancias particulares. Se deben generar espacios pedagógicos donde la educación pueda ser transmitida de otras formas. Estos espacios deben dar apertura a la creatividad y a la búsqueda de nuevas herramientas para mejorar.