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Gobierno de Pedro Sánchez será breve e inestable, según expertos

Pedro Sánchez enfrentará un gobierno de coalición débil, la tensión política en Cataluña y la fuerte hostilidad de la oposición

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AFP |EFE

La formación de un nuevo Gobierno en España encabezado por el socialista Pedro Sánchez no pondrá fin a la inestabilidad política debido a lo exiguo de su mayoría parlamentaria y la complicada situación en la región de Cataluña, según coinciden varios analistas políticos.

Las perspectivas apuntan a una legislatura corta, con nuevas elecciones dentro de dos o tres años, avanzan estos expertos.

Sánchez prometió este miércoles su cargo ante el rey Felipe VI tras ganar la segunda votación en el Congreso por un ajustado margen de 167 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones, y se dispone a anunciar su Gobierno la próxima semana.

Sin embargo, y tras ocho meses de Gobierno en funciones desde las elecciones del 28 de abril del año pasado, la formación de un nuevo Ejecutivo no supondrá el final de la inestabilidad que vive España desde finales de 2015 la ajetreada política española, con cuatro elecciones generales en cuatro años.

Tres factores de inestabilidad

«Una estabilidad inestable», es lo que prevé Jaime Ferri, director del Departamento de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, mientras que Lluís Orriols, profesor de Ciencia Política de la Universidad Carlos III en Getafe (Madrid) anticipa «varias fuentes de inestabilidad».

Ambos coinciden en tres factores: la débil mayoría del Gobierno de coalición, la impredecible evolución política en Cataluña, que vive fuertes pulsiones separatistas, y la fuerte hostilidad de la oposición a Sánchez.

El próximo Gobierno español será el primero de coalición en la historia reciente del país y aunque se prevén «fricciones» entre sus dos socios (el Partido Socialista -PSOE- y el ultraizquierdista Podemos), su principal problema es que no tiene mayoría parlamentaria y depende de partidos secesionistas, sobre todo el catalán ERC, explica Orriols.

Esa minoría «es la principal fuente de inestabilidad», recalca este politólogo, quien insiste en «la imprevisibilidad» del principal socio parlamentario del Gobierno, ERC.

Este partido independentista catalán de izquierda radical se ha marcado como objetivo lograr el Gobierno regional de Cataluña en unas elecciones que probablemente se celebren este año, para lo que debe desbancar al también separatista y conservador JxCat.

Dependientes de Cataluña con un congreso fragmentado

Por ello, los vaivenes de la impredecible política catalana y la guerra por el poder en Barcelona pueden afectar a la posición de ERC en el Congreso en Madrid. «Vamos a entrar en un año particularmente difícil» en este sentido, recalca Lluís Orriols.

El Parlamento español está muy fragmentado desde la aparición de nuevos partidos en las elecciones de 2015, como el ultraizquierdista Podemos, el liberal Ciudadanos, acompañados desde este año por el ultraderechista Vox. Un récord de 19 partidos está representado en el Congreso de los Diputados elegido en los comicios del 10 de noviembre.

Por ello, actualmente la única posibilidad de formar un Gobierno realmente fuerte con una amplia mayoría capaz de acordar políticas de Estado es una «gran coalición a la alemana» entre el PSOE y el conservador Partido Popular (PP), algo imposible en España en estos momentos. «No quiere ninguno de los dos» constata Ferri.

Orriols cree que este tipo de coalición, que jamás ha existido en España, no sería necesario si PSOE y PP pudieran pactar políticas de Estado, algo que sí han hecho en el pasado.

Alta polarización

Que los dos grandes partidos puedan alcanzar pactos se presenta de momento muy difícil debido a la gran agresividad verbal del bloque de partidos de derecha a Sánchez por sus pactos con Podemos -al que definen como comunista y chavista- y con formaciones independentistas para lograr su abstención.

«La legislatura será muy complicada porque la agresividad de la oposición va a ser tremenda», prevé Jaime Ferri, mientras que Orriols vaticina «un contexto de altísima polarización, muy beligerante en lo ideológico y muy crispado en el tono».

Con estos ingredientes, el objetivo de que el Gobierno dure los cuatro años que marca la legislación se considera improbable.

«La experiencia nos dice que si el Gobierno es minoritario no alcanza los cuatro años ni mucho menos. La esperanza de vida es mucho menor», recapitula Orriols, quien incide en que el caso español muestra «todos» los signos de que la legislatura no se agotará.

Puede haber elecciones «en dos o tres años», calcula por su parte Ferri, quien recuerda que una vez que el Gobierno logre este año el trámite parlamentario más complicado, aprobar unos presupuestos, puede prorrogarlos durante dos o tres ejercicios mientras capea el temporal de su frágil posición parlamentaria a la espera de una ocasión para convocar elecciones.

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